miércoles, 18 de febrero de 2015

SUCEDIO UNA NOCHE. (IT HAPPENED ONE NIGHT) 1934


Al parecer, ‘Sucedió Una Noche’ tuvo todas las papeletas para no ser filmada nunca. Un guion que no resultaba convincente, por estar basado en una historia real leída de pasada por Frank Capra que perdió la gracia cuando la volvió a leer, y unas estrellas que llegaron de rebote,  fueron sólo algunos de los obstáculos que tuvo que salvar esta película para ver la luz. Poco tiempo después se llevó cinco Oscar…


 Todo empezó con una noticia en un periódico, una noticia que llamó la atención del director Frank Capra, que decidió crear un guion a partir de un diminuto fragmento que leyó de pasada. El desencanto fue inmediato, la historia no parecía nada creíble. Sin embargo, la suerte, el destino hizo seguir al director estadounidense con su proyecto adelante, a la zaga de unos protagonistas que dieran vida a esa especie de película basada en hechos reales. Así llegaron Clark Gable, castigado por su productora y Claudette Colbert, con un ego suficiente como para pedir condiciones. Y fue entonces, cuando la magia del cine hizo el resto. Sin embargo, la cosa acabó mejor de lo que empezó, nada más que con la gloria de ser la primera película en la historia en conseguir los cinco Premios Oscar en las categorías principales, mejor película, mejor director, mejor actor, mejor actriz y mejor guión. Un pleno espectacular para una deliciosa comedia romántica que va creciendo conforme pasa los minutos. Las situaciones de los dos protagonistas, tan opuestos como perfectos el uno para el otro, entran en la antología de la comedia de Hollywood así como un gran reconocimiento del público y de la crítica que la han ensalzado hasta el día de hoy como uno de los grandes clásicos de la historia del cine. Bien podríamos llamar a este suceso “paradoja cinematográfica”. Hablamos de Sucedió una noche.

La historia es sencilla: It Happened One Night’, 1934 se centra en dos personajes que se ven obligados a estar juntos durante más tiempo del que en un principio desearon, pero menos del que desearán. Ella es la caprichosa y ociosa hija de un millonario y él es un periodista recién despedido, un vividor. La huida de la joven, por problemas con su padre, se convierte en noticia y el carismático periodista  del fino bigote no perderá la ocasión de poder recuperar su puesto laboral. Lo que había empezado como un proyecto maldecido empezó a tomar forma gracias a la química de la pareja protagonista, los gags que funcionaban y las sutilezas escondidas entre sus escenas, sobre todo la conocida como Muro de Jericò. Diálogos ágiles, agudos y punzantes, que tomaban mayor acritud  en boca de Gable pusieron la guinda para rematar esta obra maldita y, como resultado, tenemos una comedia ligera.



Aparte de por las estatuillas doradas que ganó, ‘Sucedió Una Noche’ también es conocida por poner de moda lo que se llamó la screwball comedy. Este subgénero toma su nombre del beisbol, ya que había un jugador que conseguía darle un efecto muy raro a la bola, cosa que se llamó “screwball”. Los críticos empezaron a usar ese término para referirse a un tipo concreto de comedias, en los que los dos protagonistas, muy diferentes entre sí, tenían que llevarse toda la película juntos, soportándose, odiándose, pasando por todo tipo de situaciones disparatadas, para poder llegar a un desenlace feliz donde la tensión entre ellos se transforma en amor. Otro aspecto a destacar es la alta carga erótica de algunas escenas, sorprendente en un film de estas características y que funciona mil veces mejor que lo que tanto hacen ahora tantos directores, ciegos para la sutileza y la elegancia. 
Las anécdotas sobre los protagonistas, dicen que Claudette Colbert no quería hacer esta película, pero Frank Capra insistió. Ella siguió negándose y Capra insistiendo. Hasta que por fin, y casi como echándose un farol, dijo que sólo aceptaría el trabajo si le doblaban la cantidad de dinero que le habían ofrecido al principio y si se rodaba la película en tan sólo un mes, con la excusa que tenía cerradas sus vacaciones. La primera sorprendida fue ella misma cuando Capra aceptó las condiciones.


 Pero al parecer, no fue el único problema con Colbert, ya que se quejó todo lo que quiso y mostró su lado más caprichoso durante todo el rodaje. Un ejemplo de ello es la famosa escena en la que hace auto-stop con la pierna. Claudette se negó a rodarla y se tuvo que contratar a una extra para que hiciese esa toma en su lugar. En el momento en que se rodaba dicha escena, Colbert interrumpe el rodaje gritando: "¡Sáquenla de ahí! ¡esa no es mi pierna! ¡Yo haré la escena!".
"Acabo de intervenir en la peor película", comentó a una de sus amigas. Es su interpretación emblemática y, de manera imprevista, le dio el Oscar. Pensando que no iba a ganar, ni siquiera acudió a la ceremonia. La atraparon en una estación de tren, le improvisó un traje y la llevaron hasta la gala de la Academia para recoger su premio. En el momento de recibir la estatuilla, Claudette subió al escenario, cogió su premio agradeciéndolo escuetamente y se dispuso a bajar del escenario sin más ceremonias. Pero se detuvo a medio camino, volvió sobre sus pasos y desde allí, con los ojos llenos de lágrimas confesó, al fin: "Esto se lo debo a Frank Capra".


Clark Gable, actor de la Metro, llego a la película como castigo por ser considerado por los directivos de la MGM un actor indisciplinado;
En esa época Gable trabajaba para la MGM. Aceptaba a regañadientes las películas de gángsters y malvados, por lo que la MGM como represalia lo cedió temporalmente a Columbia, para realizar esta película. El “resultado” de aquel castigo fue el Oscar que lo catapultó a la fama.
Al final no fue tal represalia, ya que Gable disfrutó haciéndola y además obtuvo el éxito que le permitiría a partir de entonces seleccionar la película que quisiera hacer.

 Una anécdota divertida sobre la película que tiene mucha relación con C. Gable es  que se  afirma que la venta de camisetas interiores descendió en EEUU debido a la aparición de Gable en una escena de la película sin ella.
Sucedió una noche, puso la primera piedra en el camino de muchas comedias románticas que, hasta la actualidad, han imitado el estilo de Capra con mayor o menor acierto, ya que es difícil copiar la frescura y el dinamismo que desprende este film por sí mismo, apoyado en su ácido guión y en la sutileza y picardía de sus escenas. Solo los genios del cine saben hacer que una historia, a primera vista, simple tome forma y funcione. Capra fue uno de ellos.




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