La actriz estadounidense de
origen irlandés Maureen O'Hara,el mito pelirrojo del cine, una de
las últimas estrellas de la época dorada de Hollywood, falleció a los 95 años.
También compartió reparto
con el actor John Wayne, en películas como The Quiet Man (El hombre tranquilo),
una de las que sentía más orgullosa.
Uno de los mejores besos de la historia del cine.
Recordada por su melena pelirroja
y sus profundos ojos verdes, O'Hara era una actriz polifacética, atlética y con
dotes para el canto, igual que su madre que fue cantante de ópera. Aunque gran
parte de carrera la desarrolló en el blanco y negro en los años 50 fue conocida
como 'reina del Technicolor', por como dijimos su melena y sus ojos verdes
esmeralda.
O'Hara, recibió el Oscar honorífico el año pasado de
manos de Liam Neeson y Clint Eastwood, pero nunca fue nominada a la estatuilla,
llegó a Hollywood en 1939 para protagonizar junto a Charles Laughton 'El
jorobado de Notre Dame'. Trabajó en una amplia gama de largometrajes desde dramas a pelícuas de acción, a numerosos
'westerns'. De hecho, era una de las actrices más reclamadas por John Ford,
quien le dio un papel en cinco de sus películas, incluyendo '¡Qué verde era mi
valle', 'Río Grande', además de la ya mencionada 'El hombre tranquilo'.
Fue una de las grandes estrellas de Hollywood
en las décadas de los 40 y 50 y actuó en más de 50 películas de todos los
géneros. Sus papeles siempre fueron de mujeres de fuerte temperamento, lengua
afilada y maneras abruptas. Frente a ella tuvo actores como John Wayne, Jimmy
Stewart, Henry Fonda, Tyrone Power y Douglas Fairbanks Jr. La fama de O’Hara se
disparó. En dos décadas rodó hasta cuarenta películas, y con directores como
Ford, William Dieterle, William Wellman, Henry Hathaway, Carol Reed, Henry
King, Frank Borzage y Jean Renoir. Solo así se entiende este primoroso
currículo: Esta tierra es mía, Simbad el Marino, El cisne negro, Escrito bajo
el sol, Río Grande, De ilusión también se vive, Los piratas del mar Caribe,
Nuestro hombre en La Habana, la ya mencionada El hombre tranquilo, Bagdad,
Orgullo de comanche, Tú a Boston y yo a California, El gran MacLintock,
Compañeros mortales, Fiebre en la sangre…
Con John Wayne hizo cinco filmes: además de los tres de Ford (Río Grande, El hombre tranquilo y Escrito bajo el sol), también coprotagonizaron El gran MacLintock y El gran Jack. Siempre hicieron de marido y mujer y siempre discutían y se separaban, aunque brevemente. Tal vez por todo eso Wayne dijo una vez: “He tenido muchos amigos y prefiero la compañía masculina, excepto con Maureen. Ella es un gran tipo”.
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