jueves, 9 de enero de 2014

INSTRUCCIONES PARA LLORAR. JULIO CORTÁZAR

         Cortázar expone en el relato los pasos y formas de lograr el llanto desde su perspectiva, plantea una idea más bien objetiva y certera de la manifestación de la tristeza, obviando la necesidad imperante de expresar la fluidez particular de sentimientos puros y espontáneos. Manifiesta la expresión de las lágrimas como el clímax referencial del acabo de una emoción, en una duración pertinente y casi fugaz. De inicio a fin, el autor intenta plantear una forma consecutiva y lineal del llanto. Entendiendo que su intención primera es formular la instrucción de la expresión de un sentimiento, referencia por supuesto pedante para catalogar una sensación tan ambigua, quiénes serán los receptores particulares de una obra de esta envergadura, cuál será el nexo esencial del lector con las ideas fundamentales que conforman el escrito


 Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos



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