lunes, 10 de febrero de 2014

ARQUITECTURA Y BODEGAS

De un tiempo a esta parte, el turismo del vino o enoturismo ha ido ganando adeptos. Hoy existen diversos paquetes de "experiencias" en torno al mundo del vino: visitas guiadas, catas, estancia en hoteles-bodega, y tratamientos spa super relajantes. La visita a la bodega se complementa con otras actividades. El paisaje, el entorno y el edificio de la bodega han cobrado protagonismo, por ello varios bodegueros españoles han recurrido a famosos arquitectos para que les diseñen sus nuevas instalaciones, dejando en la geografía española un reguero de monumentos arquitectónicos vinculados al vino.


En la Rioja y en la Ribera del Duero se concentran la mayoría de estos maridajes "arquitectura-vino" Estos edificios, concebidos por algunos de los mejores arquitectos del mundo, atraen a numerosos visitantes para los que está previsto una visita guiada, una cata o la celebración de algún evento. Algunos de estos casos son:

Marqués de Riscal- Frank Gehry (El Ciego, Álava)

Un rumor asegura que, tras varias peticiones por parte del grupo bodeguero al afamado arquitecto Frank Gehry sin ningún resultado, no fue hasta que probó un vino de las bodegas del año de su nacimiento (1929), que aceptó el encargo de construir "La Ciudad del Vino" en torno a la antigua bodega de Marqués de Riscal, que incluye un hotel de lujo y un spa con tratamientos de vinoterapia.


El edificio consiste en tres bloques de piedra de la región tocados por una estructura voladiza de aluminio y titanio con los colores del vino. En El Ciego, lo que quería contar Frank Gehry es que "El vino es algo festivo, que trata del placer y la alegría", por eso este edificio es una explosión de luz en este paisaje.




En los 50 kilómetros que van desde Logroño hasta Haro, además de Gehry, encontramos bodegas realizadas por Hadid, Calatrava o Aspiazu.

Ysios- Santiago Calatrava (Laguardia, Álava)

La Bodega Ysios, una nave longitudinal con techado de aluminio proyectada por Santiago Calatrava, recibe 20.000 visitas al año, es de las que más turistas atraen, la sala de cata es la más espectacular donde todo el peso va en las paredes y las fuerzas se compensan con las ondulaciones del tejado. Los muros están revestidos por lamas de madera tratada con sales, en contraste con el acabado de aluminio exterior. Estos muros trazan una línea sinusoide que aporta una sensación de pixelado.



Esta bodega también se ha sumado a la lista de quejas que está recibiendo este arquitecto en los últimos tiempos.

López de Heredia - Zaha Hadid (Haro, Logroño)

En la ciudad de Haro, capital de La Rioja Alta, se encuentran las Bodegas López de Heredia (Viña Tondonia), su directora le mandó un e-mail a la arquitecta iraquí Zaha Hadid contándole que tenía en el trastero una caseta que su bisabuelo había llevado a la Exposición Universal de 1910 y quería ponerle una cubierta para celebrar el 125 aniversario de la empresa familiar. Cuatro años después, María José tiene un Hadid en la entrada de su Bodega.


"El hilo conductor es enfrentar lo nuevo a lo antiguo", dice la arquitecta. Este edificio alberga la tienda y la sala de cata. Se supone que el edificio es como una botella o una frasca. Resalta el contraste de la modernidad en una bodega del siglo XIX, con métodos de elaboración de vino tradicionales.






Bodegas Baigorri - Iñaki Aspiazu (Samaniego, Álava)

La bodega está oculta bajo tierra, salvo la entrada para la que Aspiazu proyectó un cubo de cristal de 400 metros cuadrados. Fuera, vistas de 360 grados sobre los viñedos. Siete niveles se hunden en la tierra como un templo azteca. Bajar por su rampa lateral es un paseo didáctico que acompaña a la uva en su viaje hasta ser vino.





Estas son sólo unas muestras de la amigable relación existente entre la arquitectura y la viticultura. Me he dejado varias en el tintero para no alargarme, que serán motivo de otro post, como la de Norman Foster para Portia , la de Richard Rogers para Protos, o la de Rafael Moneo para el Grupo Chivite.

Animaos y para este verano preparad una ruta enoturística por las bodegas, yo he ido a varias y no tienen desperdicio. En La Rioja, hay autobúses que te llevan de visita a las bodegas para poder beber sin tener problemas. Y, la mayoría de ellas, tienen hoteles donde descansar y relajarse con tratamientos de vinoterapia.

By Yola



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