jueves, 6 de febrero de 2014

CUANDO SYBILA IBA A LOS GOYA

Dentro de unos días el cine español celebrará la noche de sus premios. No sé qué repercusión tendrán esos galardones en la taquilla, que a fin de cuentas, además del reconocimiento, se suponen son un espaldarazo para las películas que más suenen esa noche. Pero si echamos mano a la memoria, hubo un tiempo en que muchos de los galardonados no estaban cuando se les nombraba, siempre subía alguien que se excusaba con un rodaje lejos de Madrid o cualquier otra razón que no mereciera la presencia del galardonado. Recuerdo, incluso un año, que un director subió a recoger su premio con una camiseta de Brazil, dando por sentado que aquella ceremonia no le importaba lo más mínimo.
Hoy nuestros actores llevan trajes bien cortados, hasta de sastrería. Y ellas caminan también por una alfombra roja, luciendo los resultados de los machaques en el gimnasio o del arte de no comer nada o como se dice ahora, cuidándose.
Al día siguiente las revistas de moda, e incluso los diarios se hacen eco del desfile, cuál iba mejor vestida, quién mataría a su estilista después de verse con semejante atuendo asomándose en esos reportajes fotográficos, hechos claro está para destripar el vestuario elegido para esa noche tan especial.
Hace unos años la diseñadora preferida era Sybilla, esa musa de la modernidad, la bandera de la moda española de los 80, que según dicen vuelve, después de un retiro dedicado a labores filantrópicas. Quiero escribir otro día sobre ella, pero hoy sólo dejo algunos de esos momentos donde dominaba el rojo, donde Marisa Paredes parecía que tenía formas y hasta la ministra Pilar del Castillo, hizo de tripas corazón, la noche del calvario del NO A LA GUERRA, con un Sybilla color morado.

En esta foto vemos a la ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo acompañada por Marisa Paredes, en su etapa de presidenta de la Academia, pero no podemos olvidar la época de fidelidad de la Ministra González-Sinde con David Delfín, cuyo vestido llevaba impresas frases del escritor Raymond Carver.  Aquí sin embargo estaba acompañando a otra ministra que le precedió en el cargo, Carmen Calvo. Aquí la vemos sonriente, sabiendo que había acertado al elegir diseño español del serio, el de Ángel Schlesser, y no el disfraz de brujita cup cake, que lució en la ceremonia del 2006, al elegir a la inefable Ágata Ruíz de la Prada.


Como decíamos al principio necesitamos que vuelva Sybilla, qué ponga color a esta época tan gris, tal calva y sobre todo que se hagan buenas películas.
Por Almudena.

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