martes, 6 de mayo de 2014

EL DAVID DE MIGUEL ÁNGEL SUFRE UN ESGUINCE.

Los expertos alertan de que el peso de 5,5 toneladas que tiene la estatua de Miguel Ángel le ha causado grietas en el tobillo izquierdo

 El  David, de  Miguel Ángel es  una de las obras más famosas de la historia del arte, presenta pequeñas fracturas en la parte inferior de sus piernas. La causa es su propia inclinación que podría poner en peligro la integridad de la propia escultura, obra clave del Renacimiento italiano. Está situada en la Galería de la Academia de Florencia, y fue hecha entre 1501 y 1504.

Miguel Ángel ha pasado a la historia como el maestro de la proporción, el artista que cinceló como nadie el cuerpo humano y lo elevó a una cima inalcanzable. Pero el tiempo es cruel y siempre hay alguien que, con los años, encuentra el flanco débil de los genios y amenaza con bajarles del pedestal.
Un estudio de la Universidad de Florencia y el Consejo Nacional de Investigación de Italia, publicado por la revista  Journal Cultural Heritage que ha sido recogido por los medios italianos, ha dictaminado que Miguel Ángel calculó mal las medidas de los tobillos de 'David', su célebre escultura. Hecha en mármol, con 4,10 metros de altura, 5,5 toneladas de peso y un 5% de inclinación, el apoyo de la figura es demasiado débil para sostener esta pieza.
Hace ya años avisaron del peligro y ahora lo han vuelto a examinar con unas conclusiones alarmantes. Las microfacturas del mármol en el tobillo y en el tronco esculpido en el que se apoya una de las piernas «amenazan la estabilidad de la escultura».
La gravedad no perdona, ni tampoco los movimientos sísmicos. Florencia tiene un registro de 127 terremotos menores, ninguno de los cuales ha llegado al nivel 5 de la escala Richter. Nada por lo que llevarse las manos a la cabeza, pero todo ayuda. Así que algunos expertos han propuesto habilitar una sala subterránea para exponerlo allí, y otros han ido más allá al sugerir que debería sacar de la ciudad para que no soporte las reverberaciones del tráfico. Permaneció en la plaza della Signoria desde 1502 hasta 1873. Le habían salido manchas y su superficie se había vuelto rugosa. El podio sobre el que la colocaron también produjo algunas microfisuras, que se han ido restaurando a medida en que se detectaban.
Desde el punto de vista de la conservación, Miguel Ángel tampoco acertó en la elección del material -un mármol de Carrara, sí, pero demasiado pobre- ni en la postura, quizá elegante pero con el peso mal distribuido. Sólo hay que ponerse en el lugar de David para intuir que la pose, a la larga, tiene que doler.

El paso del tiempo
La investigación se ha hecho a partir de unas reproducciones de diez centímetros a las que se ha sometido al impacto de la fuerza centrífuga para calcular las consecuencias en el tiempo dado su peso, altura y estado de conservación. La predicción más alarmista estima que la inclinación de la escultura podría llegar al 15% si continúa en las actuales circunstancias. 

No obstante, el estudio señala que la escultura, dado "su inestimable valor", ha sido sometida a frecuentes análisis a lo largo de los años y que ya a mitad del siglo XIX fueron notificadas dichas fisuras. A pesar de que estas minúsculas grietas están presentes en la parte superior de ambas piernas y en el torso, solo son perceptibles a simple vista en el tobillo izquierdo y en el lateral derecho del tronco.
Uno de los investigadores, Giacomo Corti, explicó, en declaraciones recogidas por La Repubblica, que dicha inclinación estaría causada por la escasa uniformidad del podio sobre el que se ubicó a la escultura entre 1504 y 1873, periodo en el que permaneció al aire libre frente al Palazzo Vecchio de Florencia. En los últimos años ha sido objeto de múltiples limpiezas y análisis, además de objeto de disputa, por su propiedad, entre el ayuntamiento de Florencia y el Estado italiano.
La escultura de David retrata al héroe bíblico en el momento en que se prepara a enfrentarse a Goliat y fue realizada en mármol blanco con 4,10 metros de altura por Miguel Ángel, por encargo de la Opera del Duomo de la Catedral de Santa María del Fiore de Florencia.

El David, lo hace Miguel Ángel cuando vuelve a Florencia, entre 1501 y 1504. Él mismo lo cuenta en su diario: “Cuando volví, me encontré con que era famoso. El consejo de la ciudad me pidió que sacara un David colosal de un bloque de mármol, ¡dañado!, de casi seis metros”. El artista relata cómo se encerró durante tres años a trabajar en la obra, así como su pelea para que la estatua fuera colocada justo ante el Palazzo Vecchio, “como un símbolo de nuestra república”. Le hicieron caso, aunque se necesitaran 40 hombres y cinco días de trabajo para moverlo hasta allí. Desde 1910, sin embargo, el David que se alza en la plaza de la Señoría solo es una copia. El original se halla en la Galería de la Academia de Florencia y, sobra decirlo, es una de las esculturas más famosas del mundo. Dicen los historiadores que también fue un mensaje de Miguel Angel a los ciudadanos de Florencia, para que cada uno de ellos fuera consciente de su responsabilidad y su importancia.

 

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