domingo, 12 de octubre de 2014

TARDES DE CHOCOLATE EN EL RITZ

“ Sobre mis rodillas descansa, desafiante, una espectacular tableta de chocolate suizo, con alto contenido en cacao, que acabo de comprar en el duty free de Barajas. A mis hijos les encanta: la excusa perfecta. La escudriño de reojo, sin atreverme a tocarla. He desayunado a las cinco y he tentado una insulsa ensalada a mediodía. Viajo en el último vuelo a Pamplona, el de las once de la noche, y lo cierto es que estoy muerta de hambre. Sin embargo, dudo: si abro el envase, no me detendré en una onza y luego me arrepentiré.”




Tardes de chocolate en el Ritz es un libro difícil de catalogar. No es una novela aunque se lee como tal, ya que tiene el ritmo y la intriga de una novela. No es un ensayo ni un libro de autoayuda. Parece una recopilación de artículos en los que su autora expone sus opiniones sobre temas diversos, pero tampoco lo es, porque al estar estructurada como si fuera una novela, tanto en su trama como en su intriga, no se pueden leer sus capítulo de un modo independiente.

Durante los encuentros de las dos protagonistas, la propia Reyes y su amiga Marta, van analizando de forma amena diferentes temas como la amistad, el amor, el feminismo, la felicidad y nos van contando sus pensamientos.

Este es un libro totalmente distinto a los que nos tiene acostumbrados sus autora, Reyes Calderón. Aquí no se habla de asesinatos, crímenes, inspectores, jueces, abogados. Nos habla del alma.




"Marta, voy a escribir un libro. Lo titularé Chocolate para el alma. ¡Necesito tu ayuda!
¿Un libro?, ¿te refieres a un libro de páginas? ¡Me parece ideal! El título suena como esa película, ya sabes: En busca de la felicidad. Yo, de la felicidad lo sé todo: Leo Vogue, Telva, Cosmopolitan, Vanity Fair, ¡Hola!, Semana y lo que se tercie...¿Me imaginas escribiendo un libro de autoayuda? ¡Yo sí: será guay! Estoy segura de que si me pongo, podré conseguir primicias de la moda de otoño...”

La noche en que se conocieron en la recepción de una embajada, nada hacía presagiar que Marta y Reyes acabarían siendo amigas. Excéntrica, adicta al lujo, con varios fracasos amorosos a sus espaldas y un marido recién estrenado, Marta no parecía tener nada en común con Reyes, una mujer volcada en su profesión y su familia. Pero el destino las unió y, contra todo pronóstico, comenzaron a reunirse el tercer jueves de cada mes en el Ritz. Entre animadas charlas y reconfortantes tazas de chocolate, sus vidas terminaron entremezclándose. Porque, sin saberlo, las dos andaban en busca de la misma felicidad.



Reyes Calderón es escritora y profesora. Doctora en Economía y Filosofía, es decana de la Facultad de Economía de la Universidad de Navarra, dónde, además, imparte clases. Ha escrito varios libros de ficción. Público y crítica aplaudieron su saga protagonizada por la jueza Lola MacHor, compuesta por los exitosos Los crímenes del númeo primo, El expediente Canaima, El último paciente del doctor Wilson o La venganza del asesino par. Con El jurado número 10 se alzó con el Premio Abogados de Novela. Tardes de chocolate en el Ritz es sin duda su libro más personal. Lleva felizmente casada casi 30 años y tiene 9 hijos.
Como ella misma escribe en su página web: 

"Me llamo Reyes por mi abuela sevillana, pero nací en el corazón de Castilla: Valladolid, donde dicen, se habla el mejor castellano y se practica el más puro laísmo. Guardo grandes recuerdos (y amigos) de esa ciudad. Allí estudié, trabajé algunos años, y me casé, con notable éxito, por cierto: llevamos 28 años juntos y tenemos 9 hijos (también juntos).

Después, me trasladé a Navarra y me quedé. Hace veinte años que aprendo más que enseño de mis estudiantes de UNAV, y tengo la suerte de vivir en un pueblecito en pleno Camino de Santiago, flanqueado por dos iglesias medievales y con los gorriones por despertador."

“Utilicé el chocolate porque, además de que lo adoro, siempre se emplea para compensar un día difícil”

By Yola

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