EXPOSICIÓN THE PADDINGTON TRAIL.

Paddington, el osito que llegó a Londres desde Perú, un personaje clásico de la literatura infantil británica, ha recuperado su popularidad con una película, exposiciones, estatuas y un nuevo libro

   

   

 Famosos, diseñadores y artistas de todo el mundo prestan su talento para esta curiosa exposición en Londres. Hugh Bonneville, Peter Capaldi, Nicole Kidman, Julie Walters, Ben Whishaw, Benedict Cumberbatch, Michael Sheen y Emma Watson o el director Guy Ritchie, son algunos de los nombre que han participado en la exposición Paddington Trail. Todos han colaborado en el diseño de alguna de las 50 estatuas del oso Paddington, que se ubicarán por todo Londres antes del estreno de la película Paddington en el Reino Unido, el próximo 28 de noviembre. Por cierto, Colin Firth es el encargado de poner voz a Paddington.

Esta inspiradora exposición estará presente en museos, parques, tiendes y puntos emblemáticos de la ciudad, rebosando un aroma colorista inspirado en Paddington. Londres es la ciudad favorita de Paddington: llena de aventuras y oportunidades de explorar el fantástico arte, cultura, innovación y entretenimiento que tanto destacan en la capital.

Durante el mes de Noviembre  y hasta el 30 de diciembre de 2014, los visitantes a Londres podrán seguir las peludas huellas de este explorador, en su visita a lugares de toda la capital que van desde tan al oeste como Heathrow hasta el O2, en la parte este, pasando por alguno de los lugares más emblemáticos de la cultura londinense como la Royal Opera House, el Museo de Londres, el Horse Guards Parade, el Museum of Childhood y, por supuesto, la Estación de Paddington, finalizando la exposición en Selfridges.

Los orígenes de Paddington se remontan casi sesenta años atrás, momento en que su creador, Michael Bond, compró un osito en Selfridges el día de Nochebuena de 1956. Era un regalo para su mujer, y lo llamó como la estación de tren que más cerca tenía de casa.

La empresa londinense de diseño, 3DEye, ha ayudado a crear las estatuas de algo más de un metro de altura que, posteriormente, se subastarán para recaudar dinero con fines benéficos y apoyar organizaciones infantiles.