miércoles, 17 de diciembre de 2014

ANA DE JUAN


En la obra de Ana Juan hay una sensibilidad especial por captar el gesto preciso, las tensiones y el dramatismo. Sus composiciones dominan las dinámicas perceptuales produciendo siempre escenas bien dimensionadas, encuadradas y calculadas en sus posibilidades expresivas. Por otro lado, las representaciones de Ana Juan, en su peculiar manejo de las sombras, de lo sensorial, de lo fantástico y de lo enigmático, consiguen crear un ambiente de alto poder de sugestión enfocado hacia lo imaginativo y lo sobrenatural. Su particular universo ocupa un espacio propio en el cual se reconoce una trayectoria bien consolidada en la narración en imágenes y, aún más, una voluntad de contar historias propias. Las ilustraciones de Ana Juan trabajan para abrir al máximo los matices del texto y de los personajes. 

De Juan decidió dedicarse a la ilustración tras estudiar Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia, por "su amor por los libros y el dibujo" y, tras trabajar en revistas como "Madriz" o "El Víbora", dio el salto a Estados Unidos, donde aún se ocupa de las portadas de "The New Yorker", entre otras publicaciones, y es colaboradora habitual en España de El País, en su suplemento cultural Babelia, y El Mundo. 


 Además de fundar junto a Manolo Gordillo la editorial No Time en 2010, en el mundo literario se ha encargado de ilustrar cuentos infantiles, como "Frida", basado en el texto de Jonah Winter, y libros de adultos, como algunas de las portadas de las novelas de Isabel Allende.

 
También ha compuesto sus propias historias, con las que ha logrado una gran repercusión. Es el caso de "Snowhite" o de "Amantes", surgida en los años noventa a partir de la propuesta de un editor japonés, Mr. Tsutumi, de la editorial Kodansha. 

Ana Juan, de entre sus obras, recuerda con especial orgullo su primer título totalmente suyo, que, afirma, le dio las claves para seguir en su profesión: Snowhite, una versión adulta de Blancanieves, donde se refleja su obsesión por las diferentes tonalidades del blanco y negro.

"Otra vuelta de tuerca", el relato fantástico de Henry James considerado uno de los textos más perturbadores y singulares del género de terror, ha sido muchas veces interpretado, incluso ha sido llevado al cine y a la ópera. Ahora es la ilustradora Ana de Juan quien reinterpreta este clásico. Narra la historia de una institutriz que debe ocuparse de dos huérfanos encantadores, Miles y Flora, residentes en una mansión victoriana de Blya, acompañados por una doncella. 
De Juan, una de las creadoras más importantes de este momento, Premio Nacional de la Ilustración en 2010, recibió el encargo de Círculo de Lectores-Galaxia Gutenberg "con un poco de escepticismo", según ella misma relata, ya que la obra había sido abordada por múltiples autores y esto le suponía un reto. 

Ana Juan decidió no recurrir a ilustraciones "góticas" en blanco y negro y optar por dibujos en color, realizados en lienzos de gran formato con óleo y carbón, que "dieran una sensación de angustia". 
"Esta imagen está en la clave en la que quise abordar la ilustración de la historia; el simbolismo y el mundo de los sueños, recreándome en casi todas las imágenes en esa fina línea que hay entre la realidad y el sueño. En esta obra se abre el debate sobre la existencia o no de los fantasmas. Bajo mi punto de vista, los fantasmas solo existen en la imaginación, romántica y exacerbada de una joven mujer, inexperta y febrilmente soñadora".

Su obra ha conseguido crear un universo único, muy personal, a base de un dibujo moderno y lleno de sensibilidad, repleto de personajes imaginarios igual de únicos. En sus obras, se refleja ese mundo paralelo de fantasía, donde la realidad y los sueños construyen escenas sugerentes y extraordinarias, realizados a base de un dibujo de gran belleza
Ana Juan,  ha dirigido casi siempre sus trabajos al público adulto, pero no evita opinar sobre la ilustración infantil. «Hay muchos prejuicios sobre ella. Los niños no son tontos y necesitan muchos más estímulos de los que a veces se les dan con cosas obvias y olvidables».
AVENTURAS PROPIAS / El Nacional de Ilustración, que recibió en el 2010, lo asumió como un reconocimiento a su trabajo. «El mejor premio es seguir trabajando en lo que te gusta. Personalmente no he notado mucho la crisis en cuanto a volumen de trabajo pero sí notas que el ambiente es más triste y hay cierto miedo a emprender cosas. Yo siempre intento seguir mi propio camino al margen de los encargos editoriales o los trabajos para revistas. Tengo mis propias aventuras, me gusta trabajar la escultura o hacer joyas, por ejemplo. Y ya estoy pensando en un nuevo proyecto más personal, más de autor».




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