viernes, 23 de enero de 2015

WONDERFUL WORLD EN EL CINE

Wonderful World de Sam Cooke.

Escrita por el propio Cooke junto a Herp Albert y Lou Adler en 1958 y lanzada como single en 1960, Wonderful World es una sencilla composición sobre el asunto más universalmente tratado en la historia de la música pop. Básicamente, es una declaración de amor: el chaval le confiesa a su chica soñada que es una calamidad; que ni se entera ni le interesa nada de lo que le cuentan en el High School; que nunca ganará una beca para ir a Harvard, pero que si algo sabe a ciencia cierta es que la quiere. En fin, bonito amor adolescente y esas movidas. Supongo que una de las cosas que la hacen irresistible es que consigue que hasta los más cínicos del condado respecto a relaciones sentimentales creamos que el amor verdadero existe… aunque sólo sea durante los dos minutos que dura la canción.

Esta canción también está en la historia del cine de los años 80.
En Desmadre a la Americana de John Landis el malogrado John Belushi la siente y vive en el comedor del campus universitario, mientras los bienquedas están a lo suyo. ¡Quién no ha querido ser igual que Belushi viendo esta película!
También un macarra y jovencísimo Richard Gere interpretando a un ladrón de coches,en Vivir sin aliento, intenta conquistar a una estudiente universitaria.



Lo que sí es imprescindible recordar es que WW suena en una de las secuencias clave de Único testigo (Peter Weir, 1985). Kelly McGillis y Harrison Ford,  se marcan un baile mítico en un granero en la que es, probablemente, una de las escenas con más erotismo contenido de la historia del cine. Para escándalo del abuelo de Heidi, perdón del abuelo  amish.

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