lunes, 16 de febrero de 2015

DONDE LAS SOMBRAS DE GREY NO LLEGAN

Que no te engañen, la adaptación del año no es, ni mucho menos, la cinta con más alto voltaje de sumisión y bondage de la historia del cine.
En 1905, Sigmund Freud teorizaba sobre la perversión señalándola como “el negativo de la neurosis”; en otras palabras, lo que el neurótico fantasea, el perverso lo lleva al acto.

Pensando en la historia de Anastasia y Christian Grey, el previsible taquillazo que se estrena el fin de semana de los enamorados, y que muchos tildan de "melodrama romántico" y no, precisamente, de película erótica con BDSM (Bondage, Disciplina y Dominación, Sumisión y Sadismo y Masoquismo), no nos queda otra que recomendar a los lectores otras cintas que sí apuesten por el alto voltaje erótico en su metraje, películas que de verdad bucean en el lado más salvaje del amor, lleno de dolor y violencia. Porque si uno se mete en el barro del deseo, se mete a fondo. Así que si la película de moda te sabe a poco, para aquellos que salgan del cine con ganas de más, o simplemente no vayan, aquí va un listado de películas en las que el sado y el sexo sí importan: 



Belle de Jour de Luis Buñuel (1967)

Catherine Deneuve como esposa burguesa aburrida. Catherine Deneuve convertida en prostituta para alegrarse el día y sometida a la voluntad de sus clientes. Catherine Deneuve mito erótico indiscutible bajo el objetivo de Luis Buñuel.

Secretary de Steven Shainberg (2002)
Maggie Gyllenhaall sale de un hospital mental y empieza a trabajar de secretaria para un abogado (James Spader). Ambos empiezan una relación BDSM en la que la relación de sumisión entre jefe y empleada acabará intercambiándose y liberando a los personajes.

A Lee Holloway también le gusta que le traten mal, pero lo justo. Ella sólo quiere ser la mejor secretaria que nunca ha habido. Darle a su jefe, el excéntrico Edward, todo lo que se le antoje. Incluso si lo que se le antoja es atarla y darle cachetes en el culo. Una comedia negrísima que se ríe de las relaciones convencionales y combina con un desparpajo brutal campos tan espinosos como el fetichismo sado y las jornadas de oficina. Un hit.

Crash de David Cronenberg (1996)
Cronenberg se pone 'ballardiano' con esta película sobre un grupo disfuncional unido por la excitación que les produce los accidentes de tráfico y la velocidad. Dolor y sexo en un film oscuro y perturbadoramente erótico. Los protagonistas se excitan con heridas, prótesis, y accidentes de coche provocados.  En esta adaptación de una novela de J.G. Ballard, David Cronenberg  nos muestra  una película excepcional cuya primera imagen es una mujer masturbándose contra el morro de un avión. Más allá del morbo, Crash es un viaje íntimo en el que la máquina, el deseo, la vida y la muerte acaban siendo la misma cosa.

El imperio de los sentidos (1976), Nagisha Oshima

Quizá la más explícita de esta lista. Inspirada en un historia real, Oshima nos cuenta la retorcida y obsesiva historia de pasión entre una trabajadora de un hotel japonés y el marido de la dueña del mismo. Asfixia, castración y escenas de lo más controvertidas que quedarán grabadas en las retinas de sus espectadores.  Hay sexo explícito real de todas las formas imaginables.. Es del 76, pero en Japón todavía se exhibe censurada.

El último tango en París (Bernardo Bertolucci)
Otro clásico de las películas de alto voltaje. Un viudo interpretado por Marlon Brando se ve envuelto en una asfixiante relación con una mujer parisina sin nombre. Aunque la película es toda una exploración de los límites del sexo, el control y el compromiso, muchos la recuerdan como "esa en la que le untan mantequilla en ciertas partes  a Maria Schneider". Cuando se estrenó en 1972, los españoles cruzaban en masa la frontera para verla en los cines franceses

Nueve semanas y media, 1986 Adrian Lyen
La película que lanzó al estrellato a Kim Bassinger y Mickey Rourke es altamente sensual sin ser explícita. Con su estética de videoclip de los ochenta, recaudó más de cien millones de dólares, y hoy es recordada sobre todo por el "striptease" de Bassinger al ritmo de "You can leave your hat on" de Joe Cocker.


Las edades de Lulú (1990) Bigas Lunas
Tenía que haber sido Ángela Molina y no Francesca Neri la que se pusiera en la piel de Lulú, la protagonista de la adaptación de la novela de Almudena Grandes que hizo Bigas Luna en la pantalla grande. Si bien la presencia de 'BSDM' es bastante escasa, la película supuso un hito erótico de los 90 con tríos inolvidables como el que protagonizó con Bardem o María Barranco haciendo de transexual, antes un insípido Oscar Ladoire

Terciopelo azul (Blue Velvet), 1986 David Lynch
Esta es la primera vez en que Lynch se introduce en un mundo pesadillesco, provocado sobre todo por la presencia brutal de personajes fuera de la ley, además de desequilibrados mentalmente. Según sus propias palabras, la historia surgió de la canción de 1964 ‘Blue Velvet’, de Bobby Vinton, y luego una serie de asociaciones entre una oreja cortada y un mirón clandestino. Tardó mucho tiempo en unir las piezas, pero lo que más le interesaba era mostrar el nauseabundo subsuelo de un mundo ajeno y mórbido donde domina el sexo..


 Historia de O (1975) Just Jaeckin
Fue una de esas películas que se veían cruzando los Pirineos y que causó un gran revuelo social en su estreno. La polémica novela de Pauline Reáge se adoptó a la gran pantalla bajo la dirección del artífice de Emmanuelle. En la cinta, una mujer pasa de la liberación sexual que supone adentrarse en los mundos del sadomaso a la conversión en objeto por parte de multitud de hombre que la utilizarán una y otra vez.

 Par hablar de Salo o los 120 días de Sodoma, de Pier Paolo Pasollini  habría que crear un nueva categoría Un escándalo para todos. ‘Saló’ es simplemente la obra de un enfermo o hay más tras sus imágenes de violencia y vejación, tras la sangre y la mierda. Bienvenidos al infierno. En el escenario de una suntuosa mansión conoceremos a cuatro personajes con nombres harto elocuentes: El Presidente, El Duque, El Obispo y el Magistrado, que representan los cuatro poderes, todos corruptos, todos infernales. Los retratos humanos más repulsivos jamás vistos en una pantalla. Ellos serán jueces y verdugos absolutos de toda vida que pase por sus manos. El poder—el mal—en estado puro.






















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