viernes, 20 de marzo de 2015

ACUARELAS DE CHICO LÓPEZ NARVÁEZ EN EL MUSEO DEL REVELLÍN. CEUTA

«…para que haya obras de arte, para que haya un fenómeno estético, se necesita un lugar, un creador, medios y, por su puesto, alguien del otro lado, en fin, se necesita al otro, el creador no puede estar simplemente encerrado en su creación.»
Jean Baudrillard


 Solo el amor y el arte hacen tolerable la existencia”.
Gracias por el amor que recibo de ti y gracias por enseñarme a apreciar la belleza de lo que nos rodea. Sí el arte es la expresión del alma que desea ser escuchada, sigue pintando amigo mio no me canso de escucharte.

Inma



 Dicen que todos los grandes viajes comienzas con un primer paso. No es el caso que  glosamos, ya hace años que se dedica a este tema de la pintura rápida, la acuarela, si es la primera exposición individual y publica; en privado, lo lleva haciendo desde  el principio, sus pinturas ya están en el circuito de forma altruista y para obras de beneficencia.
Este paso, grande, para todos nosotros, lo da caballo ganador, siempre lo fue, en todas sus iniciativas, de forma valiente y descarada con sus pinturas. Donde los novatos, neófitos y analfabeto somos   incapaces de dar un trazo y  elegir un color, sin estropear el lienzo, vemos y se nos queda esa cara y expresión de asombro, del que mira algo creado desde el espacio en blanco.
Joan para los míos, Chico para todos, expone el día 26 de marzo de 2015, por primera vez, queremos y creemos que no será la última, hay arte de sobra, ganas de hacer y trabajo para recrear lo que sentimos.
¡Tiene la BARACA!
Rafa y Mati

Te empecé a ver pintar en los años 80, siguiendo los pasos de tu padre, al que tuve la suerte de conocer, hoy estaría orgulloso de ver que Joan expone al publico sus obras. He vivido a tu lado tus momentos de creación y tus momentos de sequía artistica, pero sin duda tus dos obras mas importantes tienen nombre propio, se llaman Alejandro y Claudia.
Te deseamos toda la suerte del mundo con tu primera exposición pública. Te queremos.
Clau, Alex y Su


 
Nuestro amigo con alma de artista. Juan Antonio López Narváez (“Chico” para sus más íntimos y conocidos) ha pasado cerca de nosotros dos durante casi toda nuestra existencia como pareja. Desde nuestra más temprana juventud hasta la fecha de hoy hemos compartido infinidad de vivencias; vivencias compartidas que si hacemos repaso son en su inmensa mayoría plácidos y gratos recuerdos, exceptuando aquellos nefastos momentos que por desdicha e inevitablemente surgen en el transcurrir de casi toda una vida de afable y amigable relación juntos, pero que no pueden ensombrecer al gran número de experiencias compartidas con él y que en su conjunto nos han dejado sensaciones placenteras y amables, así como emociones llenas de alegría, felicidad y como no , un excepcional afecto mutuo. Siempre habíamos comentado entre los dos sobre “Chico” su especial sensibilidad, ese quedarse como embrujado mirando las formas que hace el fuego de una hoguera, ese quedarse embelesado en una noche propicia con un cielo plagado de estrellas, su gusto por la naturaleza, su interés por la música, la pintura y el arte en general nunca nos pasó a ninguno de los dos desapercibido. Pero hubo un momento, un instante, un día en especial, en el que con su comportamiento nos dejó gratamente perplejos a los dos por el significado de su espontanea reacción. Nos encontrábamos en Londres de vacaciones las dos familias, y era visita obligada la “National Gallery”, Chico siempre tuvo predilección entre otros grandes pintores por Miguel Ángel, y Leonardo Da Vinci. Ese día nos encontrábamos todos en el museo. En ese memorable instante nos hallábamos todos frente a un dibujo, una especie de boceto en carbonilla y difumino del inmortal Leonardo; nuestro amigo, estuvo un buen rato mirando y analizando aquella composición artística que seguramente ya conocía por libros y láminas; pero ese día delante de tan magistral obra de arte rompió a llorar como si un súbito Síndrome de Stendhal se hubiese apoderado de él. Y fue aquel día, el día que fortalecimos nuestra creencia sobre la persona a la que van dedicadas estas líneas, corroboramos desde ese mismo instante que nuestro estimado amigo posee el alma y sensibilidad artística a las que solo unos pocos afortunados tienen acceso y gozan, y además en una dimensión tal, que jamás nos habíamos planteado ni imaginado. En breve expone sus trabajos en acuarela en el museo de nuestra ciudad, y aunque en algún pasillo de nuestro hogar desde hace ya tiempo tenemos expuestos varias de sus obras, solo nos queda decirle llenos de un inmenso orgullo: ¡¡¡FELICIDADES CHICO¡¡ ¡¡QUE TODOS LOS QUE SE PASEN A VISITAR LA EXPOSICIÓN LO DISFRUTEN Y TU LO DISFRUTES VIENDOLOS DISFRUTAR¡¡
Antonio y Olga

En el proceso artística principalmente existe dos partes diferenciadas, En un primer momento el artista intenta expresar sus vivencias, sus sentimientos, su manera de sentir y de ver la vida por medio de su obra. El artista no puede determinar rígidamente el futuro disfrute «pasivo» de su obra por parte del público; él simplemente estimula los procesos de articulación secundaria dentro de ciertos límites, presentando a la percepción del público un material inarticulado. Esta es la génesis del proceso creativo. Y  cuándo el artista forma parte de ti, lo conoces, sabes como mira, la idea que tiene de la estética, de lo sublime, en resumidas cuentas del mundo que lo rodea a él  es el mismo que tú compartes. Pues este proceso de artístico, aunque sea él quien  lo ejecute, su círculo más íntimo lo compartimos, en cierta forma,  como nuestro.

Cuando la obra de arte se expone al público, ésta empieza a andar por sí misma, pero sin perder los lazos que le une con su autor, podemos decir que es un hijo que se hace mayor y empieza su propia vida. La obra de arte constituye un medium, una estructura de estilos y formas estéticas diversas que estimulan continuamente la indagación del espectador y lo inducen a pensar sobre la estética, el concepto de belleza y le producen una estimulación positiva
Paco S.





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