domingo, 8 de marzo de 2015

MUJERES, JUEZAS Y NOVELA NEGRA


Seis de cada diez jueces menores de 51 años son mujeres, con lo que la presencia femenina en la carrera judicial se sigue incrementando. Estos son algunos de los datos del informe sobre la estructura de la carrera judicial a 1 de enero de 2015, elaborado por la sección de Estadística del Consejo General del Poder Judicial.
Las mujeres ocupan cada vez más espacio en la carrera judicial. Representan ya el 62,5 % de sus miembros de menos de 51 años, pero además hay otros datos que lo evidencian: 2.781 de los 5.352 jueces y magistrados en activo son mujeres, es decir, el 52 % del total, un punto porcentual más que el año pasado.
La judicatura ha estado ligada históricamente al hombre. En España, las mujeres tuvieron prohibido el acceso a la carrera judicial hasta 1966. Y tuvieron que pasar 11 años para que ingresara la primera mujer. Tres décadas después, las tornas se han invertido. Los hombres son minoría en las facultades de Derecho y en las últimas promociones de la Escuela Judicial. Esta incorporación masiva ha propiciado que el número de mujeres y hombres en los órganos judiciales, 1.967 y 2.322 respectivamente, se haya compensado. Si bien en la élite de la judicatura el número de mujeres es escaso.

Esta feminización también ha llegado a la novela negra, numerosas escritoras destacan en este género y las protagonistas de estas novelas son mujeres detectives, inspectores, jueces y cabos de la guardia civil que se dedican al trabajo de investigación y detección de criminales.

Dentro del capítulo dedicado a las juezas de novela tenemos que destacar a dos personajes, la jueza Mariana de Marco, protagonista de las novelas de J.M.Guelbenzu y la juez, (como a ella le gusta que la llamen) Lola MacHor, creada por la escritora Reyes Calderón.

La primera jueza de la novela policíaca española es Mariana de Marco protagonista de siete novelas publicadas desde el 2001 con No acosen al asesino, a la que han ido siguiendo, La muerte viene de lejos, Un asesinato piadoso, Muerte en primera clase y la más reciente del 2014, Nunca ayudes a una extraña.

La protagonista de todas estas novelas, la juez Mariana de Marco, ha ido creciendo y agrandándose a ojos del público lector. No sólo en el plano profesional, al pasar de un primer destino en San Pedro –una pequeña villa costera cántabra- a Villamayor –una población mediana, situada en el interior de la provincia aunque próxima a la capital- y ahora a Gijón, ciudad de provincias, sí, pero una población activa y moderna, portuaria, con un importante tejido industrial y comercial.
Mariana de Marco es una mujer atractiva, independiente, que vive sola aunque no desaprovecha la ocasión de vivir varias aventuras amorosas, sin ningún compromiso. Está divorciada, sin hijos, es deportista, muy social y amante de la buena mesa.

«Mariana de Marco era Juez de Primera Instancia e Instrucción en una población cántabra de importancia. Había sido una abogada de éxito en un bufete del que ella y su marido eran socios hasta que el divorcio la dejó fuera y hubo de empezar de nuevo. Después, exhausta tras unos años de vida agitada, tanto en lo personal como en lo profesional, decidió entrar en la judicatura, harta del ejercicio de la abogacía. Su intención era acabar ejerciendo un día como titular de un Juzgado de lo Penal, pues el Derecho Penal era no sólo su especialidad sino su verdadera vocación, y así fue como aprovechó un buen currículo en coincidencia con la oportunidad abierta a profesionales de prestigio por la vía del tercer turno.
A sus cuarenta y tres años, Mariana era una Juez que comenzaba a ser apreciada por su dedicación, diligencia y eficiencia. Alta, de figura atlética y voz profunda, no sólo llamaba la atención por su aspecto sino también por la marcada expresión de determinación que emanaba de ella. Sus grandes ojos castaños, que destacaban vivamente en el rostro, ofrecían un dulce contraste con el resto de su físico y quizá esa mezcla fuera lo que le concedía su atractivo. Se había dejado crecer la melena, del mismo color de los ojos, hasta los hombros. La cara más bien redondeada, el cuello airoso, las orejas pequeñas y pegadas a la cabeza, y una mirada cálida y un punto desafiante a la vez concluían en una especie de gallardía femenina con un toque de misterio. No era lo que se dice una mujer guapa, verdaderamente guapa, pero en cambio respondía bien a lo que los castizos llaman una mujer de bandera. Una mujer alta y de complexión fuerte, pero bien proporcionada, que se movía con una sugerente mezcla de gracia y seguridad.
Nadie dudaría, al verla, de que se trataba de una persona de carácter a la que no le faltaba un toque de delicadeza; esta mezcla era la que le daba un encanto singular porque no era una mujer de facciones regulares ni ortodoxas, un canon de belleza, pero irradiaba personalidad.»
(“El cadáver arrepentido”).

Mariana de Marco: Inteligente, eficaz, meticulosa, ácida e independiente, Mariana de Marco es un personaje en la estela de los grandes nombres del género policíaco.

Libros de Mariana de Marco:
No acosen al asesino, 2001
La muerte viene de lejos, 2004
El cadáver arrepentido, 2006
Un asesinato piadoso, 2008
El hermano pequeño, 2011
Muerte en primera clase, 2012
Nunca ayudes a una extraña, 2014

El autor:
José María Guelbenzu Fernández nació en Madrid en 1944. Se licenció en Derecho y Dirección de Empresas en Icade y en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.
En 1964 comenzó a trabajar en la revista "Cuadernos para el Diálogo". Codirigió el cineclub Imagen y colaboró en diversos periódicos y revistas literarias. En 1970 se incorpora a la editorial Taurus y en 1977 asume la dirección de la misma. En 1982 se hace cargo también de la dirección literaria de Alfaguara. A partir de 1988 se dedica en exclusiva a la literatura.
Es colaborador habitual de las secciones de Opinión y Cultura de El País, en el que escribe desde su fundación. Colabora también en "Revista de libros". Firma su obra policíaca como J.M. Guelbenzu.
Está casado y tiene dos hijos y actualmente reside en Madrid.

La otra gran protagonista de una serie de novelas negras y que también ejerce como juez es la pelirroja Lola MacHor, personaje creado por la escritora Reyes Calderón.

Libros de la saga MacHor:
Las lágrimas de Hemingway (2005)
Los crímenes del número primo (2008)
El expediente Canaima (2010)
El último paciente del doctor Wilson (2011)
La venganza del asesino par (2012)
 
 
Lola MacHor nació en Bilbao. Estudió Derecho en Pamplona y más tarde criminología. Ha sido profesora de Derecho Penal en la Universidad de Valladolid durante 17 años. Actualmente es juez en Pamplona.
Tiene 40 años, aspecto desgarbado y formas redondeadas. Cabello rizado rojizo y ojos verdes, atribuibles, como su apellido, a una familia de inmigrantes irlandeses que llegaron a Bilbao hace dos siglos.

Casada desde hace 15 años con Jaime Garache, médico. Tienen 5 hijos. Viven en una urbanización a 5 km del juzgado. Ronca por las noches. Es celosa.

Es una mujer humilde, familiar y cálida que pone todo su empeño en realizar bien su trabajo aunque sea la primera vez que se enfrente a la investigación de un asesinato.
En "Los crímenes del número primo" el abad del Monasterio de Leyre es secuestrado mientras el arzobispo de Pamplona recibe una nota amenazante en la que le piden que entregue un relicario de la catedral. Los sucesos desembocarán en una serie de asesinatos que investigará la juez ayudada por el inspector Iturri.

La autora:
Reyes Calderón Cuadrado nació en Valladolid en 1961. Allí se licenció en Economía y Administración de Empresas. Hace 20 años se trasladó a Navarra dónde completó su formación con un Doctorado en Económicas y otro en Filosofía. Es profesora en la Universidad de Navarra, de cuya facultad de Economía es decana desde 2008.

Ha publicado varios libros sobre economía. En 2005 publicó la primera de Lola MacHor.Actualmente vive en un pueblo a las afueras de Pamplona. Está casada y tiene 9 hijos.


Tanto las novelas de J.M.Guelbenzu como las de Reyes Calderón son totalmente recomendables, de lectura amena y agradable sirven para pasar un buen rato .
Estos son sólo dos ejemplos de los muchos personajes femeninos que pueblan actualmente la novela negra española.Os recomiendo también los casos de las inspectoras Petra Delicado, protagonista de varias novelas de Alicia Giménez Barlett, o a la actual inspectora Amaia Salazar de la trilogía de Baztán de Dolores Redondo y la gallega Valentina Negro de los escritores Vicente Garrido y Nieves Abarca. Los casos de la guardia civil Virginia Chamorro, inseparable de Bevilacqua creados por Lorenzo Silva, o las investigaciones de la periodista Ana Martí, perosnaje creado por Rosa Ribas y Sabine Hofmann. Os animo a su lectura.

By Yola

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