domingo, 24 de mayo de 2015

LA CIUDAD DE PALMIRA, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD, EN PELIGRO.

La directora general de la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova, declaró tras la toma de Palmira por parte  del grupo terrorista Estado Islámico ( ISIS),  que la destrucción deliberada del enclave arqueológico sirio de Palmira por parte del grupo, es un "crimen de guerra" y una pérdida "enorme" para la humanidad.

"A cada época su arte. Al arte su libertad"


 Situada en un oasis, Palmira fue en los siglos I y II d. C. uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria. Palmira fue elegida como Patrimonio de la Humanidad en 1980.
En el siglo I a.C. Siria se había convertido en provincia romana y la ciudad prosperó enormemente con el comercio de caravanas al estar situada en la ruta de la seda. «Independiente entre dos Imperios», la define Plinio el Viejo.. Palmira fue importante para Roma en dos campos: el económico y el militar”. Por su situación geográfica, era una parada obligada de las rutas de caravanas que conectaba Roma con Mesopotamia y el Oriente a través de la Ruta de la Seda. Económicamente la ciudad era de vital importancia. En cuanto a lo militar, servía de barrera entre las dos grandes potencias rivales de la época, Roma y Persia.

TEATRO ROMANO

Dada su importancia geográfica, emperadores como Adriano y Valeriano visitaron la ciudad, realizando generosos donativos a la misma.
Como consecuencia de ese intercambio, según Bokova, en Palmira se ve "una extraordinaria mezcla de cultura y arte" y ese enclave, cuyas ruinas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, refleja "que todas las culturas se enriquecen unas a otras".
Palmira ( Tadmor o Tadmir) fue una antigua ciudad situada en el desierto de Siria, en la actual provincia de Homs a 3 km de la moderna ciudad de  Tadmir, (versión árabe de la misma palabra aramea "palmira", que significa "ciudad de los árboles de dátil"). En la actualidad sólo persisten sus amplias ruinas que son, o mejor dicho eran focos, antes de la guerra,  de una abundante actividad turística internacional. La antigua Palmira fue la capital del Imperio de Palmira bajo el efímero reinado de la reina Zenobia, entre los años 268 - 272. 




Zenobia fortificó y embelleció la ciudad de Palmira con una avenida custodiada por grandes columnas corintias de más de 15 metros de altura. Estatuas de héroes y de benefactores se encontraban por toda la ciudad, pidiendo a todos los nobles de la ciudad que mandaran esculpir sus estatuas y con ellas levantaran una columna en la que exhibirlas. En Palmira podían encontrarse cerca de doscientas estatuas en sus columnas y en las paredes del ágora.
También mandó erigir en el año 271 d.C. un par de estatuas de ella y de su difunto esposo. La ciudad que contaba con una población que superaba los 150.000 habitantes, estaba llena de hermosos templos, monumentos, jardines y edificios públicos, entre ellos destacaba el Templo del Sol. Las murallas que rodeaban la ciudad, según se decía, tenían 21 kilómetros de circunferencia.
Tras ser derrotada por Roma,  las fuentes más fiables dicen que Zenobia fue exhibida en Roma, durante el desfile triunfal del año 274 d.C. desfilando con su diadema imperial y sus joyas, arrastrando unas pesadas cadenas de oro y diamantes que dos esclavos le ayudaban a sostener.
La conquista de la antigua ciudad de Palmira, en Siria, por parte del grupo Estado Islámico provocó temores más que fundados, ya que los yihadistas han destruido tesoros arqueológicos en varios países.




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