jueves, 29 de octubre de 2015

CEMENTERIOS DE ESPAÑA

Cementerio de Luarca (Asturias)
Destaca la existencia de gran cantidad de monumentos y capillas funerarias muy bellas en un lugar donde se respira una paz y una tranquilidad tan solo rotas por las fuertes olas del mar que golpean contra las rocas. Además, desde el cementerio se puede disfrutar de unas vistas preciosas del pueblo,  es el mejor lugar para disfrutar de la belleza del mar. Como curiosidad os puedo comentar que el cementerio de Luarca fue elegido por Severo Ochoa, Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1959, para ser enterrado.


Cementerio gótico de Goiriz (Lugo)
 En el pequeño pueblo de Goiriz nos encontramos con una auténtica joya: su cementerio neogótico. Situado (como no) al lado de la iglesia, es un lugar de parada obligada para poder observar sus pináculos coronados por cruces clásicas y celtas, verdaderas obras de arte.
Cementerio Alemán Yuste
Cerca donde murió Carlos V,  se esconce un misterioso camposanto, el “Cementerio Alemán”. Un lugar solitario, entre decadente y romántico, donde reposan 28 soldados fallecidos durante la I Guerra Mundial y otros ciento cincuenta y cuatro caídos durante la Segunda contienda.
Según se lee en una placa a la entrada en el cementerio, estos soldados: “Pertenecieron a tripulaciones de aviones que cayeron sobre España, submarinos y otros navíos de la armada hundidos
Cementerio A Gudiña.
En pequeños cementerios rurales gallegos se pueden contemplar –medio borradas por el tiempo– frases, refranes o citas bíblicas con las que los vivos expresaban su pesar por el familiar ido. Es algo de muchos camposantos pero que en Galicia se ha conservado más que en ningún otro lugar, sobre todo en los pequeños. Ejemplos pueden ser el de A Gudiña (Orense) –medio olvidado, cerca de la carretera– en cuyas lápidas se pueden leer despedidas como «Tu amante esposo, por ti ruega noche y día» o «En el cielo consuela a tus desconsolados padres».

 Cementerio de Montánchez.
Ha sido elegido el mejor del año 2015 en el II Concurso de Cementerios. Está situado en la ladera de un escarpado risco, coronado por un castillo de origen árabe, en el que la necrópolis se construye escarbando y moldeando el granito.
Cementerio de Benadalid (Málaga)
Viejo castillo de torres cilíndricas mochas en cuyo interior está el cementerio.
 Cementerio inglés de Malaga.
Debido a los viajes y estancias más o menos prolongadas de viajeros protestantes por Europa surgió una necesidad: la creación de cementerios cristianos, pero no católicos, en diferentes puntos de la geografía, debido a la imposibilidad de enterrar a un no católico en terrenos consagrados por la Iglesia de Roma. Éste es el caso del nacimiento del Cementerio Inglés de Malaga, debido a la comunidad protestante afincada allí, se construye en 1831 sobre un terreno cedido por el Gobernador de Málaga al Cónsul Británico. Fue asimismo el primer vivero de Málaga donde se vendían todo tipo de plantas. Paseando por sus «calles» se contemplan mausoleos y monumentos sepulcrales con rasgos clásicos, neogóticos, modernistas y hasta célticos. Una de las tumbas es la del poeta Jorge Guillén.
Cementerio de Noia (LA Coruña)
La iglesia de Santa María de Noia es monumento histórico artístico y está en medio de un cementerio del que se dice fue hecho con tierra traída de Palestina. El primitivo cementerio era medieval y de él provienen la mayor parte de las lápidas gremiales en donde, en vez de nombres, están los instrumentos del oficio de los allí enterrados: tijeras para el sastre, hacha para el que fue leñador o sandalia que señala al zapatero... Ahora ha sido convertido en museo con más de 200 lápidas colocadas en el interior de la iglesia.

Cementerio Isil Lérida
Solo en pequeños lugares, como este de Isil en el Pirineo leridano, se sigue enterrando al lado de la iglesia. Ésta de Sant Joan, románica del siglo XII, ahora sirve como capilla del camposanto. Sus ábsides quedan a orillas del rio Noguera-Pallaresa que, a pesar del basamento de piedra, a veces lo ha inundado.

Cementerio Extalar (Navarra)
Hasta el S. XIX el cementerio del pueblo estaba situado en la entrada principal de la iglesia (Iglesia de la Asunción). La mayoría de las estelas que se contemplan hoy en día en el jardín de la iglesia, unas cien, pertenecían a este cementerio y fueron descubiertas en el almacén de la iglesia cuando se estaban llevando a cabo la obras de remodelación de este último. El resto de las estelas se colocaron en el actual cementerio.

La mayoría de las estelas son circulares y tienen inscritas fechas comprendidas entre los siglos XVII y XIX. Hay otras estelas en las que no pone nada pero que son más antiguas y otras con forma de cruz. En algunas se leen nombres de casas del pueblo y apellidos. En aquella época cada casa tenía su estela propia.
 Cementerio de Sant LLorent (Ibiza)

La iglesia se alza solitaria sin casi núcleo urbano. Se levantó en el siglo XVIII y muestra paredes encaladas con porche, que sigue sirviendo de punto de reunión como casi todas las iglesias rurales ibicenca. Pero esta tiene algo más especial que sus hermanas: el cementerio. Es un camposanto pequeño y recoleto con todas sus sepulturas adornadas con flores















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