BRIE LARSON OSCAR POR LA HABITACIÓN

Para muchos Brie Larson era una auténtica desconocida hasta que en la madrugada del lunes  se hizo con el Oscar a mejor actriz por su papel en la película La habitación. Un oscuro drama que narra la historia de una madre y su hijo retenidos durante siete años en pequeño cobertizo.

 Era uno de los premios más cantados de la noche. A Brie Larson no se le había escapado ningún galardón previo: el Globo de Oro, el BAFTA, el premio del sindicato de actores… todos habían coincidido: su interpretación en La habitación es la mejor del año.

La hoy ganadora del Oscar no fue una niña prodigio. En el colegio pasó desapercibida  y no supo quitarse de encima el complejo de 'rarita'. Siempre tuvo miedo a no ser ni aceptada ni querida. Estaba confusa y le parecía que todo el mundo sabía hacer algo menos ella. Poco a poco se fue haciendo más fuerte. Y, siendo todavía una cría, entró en la industria audiovisual. Primero, en la televisión ('Un padre en apuros', 'Tocados por un ángel'). Y después, en el cine ('Infiltrados en clase',  'Aquí y ahora'). Convertida ya en actriz, Larson aprendió a reciclar sus complejos y utilizarlos para dar vida a sus personajes. Pasó el tiempo y llegó el director irlandés Lenny Abrahamson, que le ofreció el papel de su vida. Al menos, de momento.

Larson acudió a retiros de silencio antes de meterse en la piel de Ma, la protagonista de 'La habitación': una joven secuestrada por un psicópata que pasa dos años en completa soledad hasta que el raptor la deja embarazada y nace un bebé. Ma cría a su hijo en un espacio mínimo. Y así durante cinco años.  Estaba relativamente cantado que la californiana se haría con el Oscar gracias a ese estudio claustrofóbico sobre la libertad que es 'La habitación'. Ganó el Globo de Oro y el premio del sindicato de actores y el Bafta británico, curiosamente en estos premios ha solido compartir estatuilla con el gran triunfador de la noche: Leonardo DiCaprio. Desde se estrenó el filme, a Larson se la han rifado todas las televisiones y todas las alfombras rojas, donde siempre es una de las más elegantes y más sonriente