sábado, 25 de junio de 2016

TERENCE DONOVAN, EXPOSICIÓN ANTI BREXIT.


Ahora que con el Brexit y los sectores que representa lo más rancio del Reino Unido como el propietario del tabloide  The Sun, Rupert Murdoch, el de mayor circulación en el Reino Unido que  fue el primero en romper la baraja y decantarse a favor del 'Brexit' con una oda patriótica y triunfal o esos nuevos salvapatrias británicos que se quejan de lo mal que le han tratado en Europa; serie bueno recordar que parte de la cultura,  de la estética, por no decir del mundo de la música, o de la moda que hemos adoptado y asimilado como nuestra ,se la debemos al British pop.

Jerry Hall



Joan Collins
Calendario Pirelli 1987
  
 




 Uno de estos el fotógrafo londinense Terence Donovan estrena exposición y libro: Terence Donovan Speed of Light (del  15 de julio al 25 de Septiembre) la muestra que le dedica a Donovan la Photographer´s Gallary de Londres, es un homenaje a las muchas facetas del artista que dirigió más de 3000 anuncios, con profusión de imágenes inéditas y experimentales
Por su cámara pasaron las principales top model de la época, como Claudia Scheffer, Naomi Campbel,  Jerry Hall (última pareja de Murdoch) Cindy Crawford o las jovencísimas y delgadísimas Kate Moss y nuestra Inés Sastre



La exposición muestra los años radiantes del 'Swinging London', cuando la ciudad británica era la 'capital del cool,  con una capacidad multiplicadora en la producción de iconos pop y de los más fértiles tiempos de la ciudad del Támesis —además de a los Beatles, los Rolling Stones y los Kinks, en los mismos clubes podías encontrar a Mary Quant, inventora del Chelsea look y, sobre todo, de la minifalda, una prenda que consumó una revolución, y a las top models de una generación irrepetible (Jean Shrimpton, Twiggy, Veruschka, Peggy Moffitt, Penelope Tree...)—, que esta muestra es la enésima sobre aquellos tiempos que ahora parecen un sueño o una película. Era también la acreditación definitiva del Swinging London, el frenesí de relajo y vida eléctrica de la ciudad durante los años sesenta, una burbuja de locura que, en torno a la fiebre planetaria de la beatlemanía, incluía un renacer creativo y una especie de fiesta infinita.  Parte de esta estética se la debemos a  Blow-Up de Miguellachello  Antonioni






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