Hace unos días El País Moda publicaba una entrevista, firmada por Alexandra Lores, a Inés Maestre.
El título del artículo se denomina: Inés Maestre: la Hopper de la angustia millennial.En él nos cuenta la autora la prometedora carrera que tiene por delante esta ilustradora, que estudió diseño de moda en Madrid, que pasó por los talleres de Inditex, y que a ella le debemos algunos estampados y camisetas con mensajes contudentes, vendidas por emperio de Amancio Ortega
Pero Inés se ha trasladado a Londres, y desde allí habla de sus inspiraciones, sus influencias y sus expectativas.
Ante la pregunta de la influencia del pintor americano Hopper, ella responde: " Las reminiscencias con Hopper han venido un poco sin querer, aunque ya me gustaría a mí pintar como pintaba él. Es cierto que mis personajes están bastante perdidos, pero cuando dibujo tampoco pienso mucho en el porqué de lo que hago. Me dejo llevar, y me centro en lo que quiero transmitir, pero creo que en general ninguno de mis personajes sabe lo que le está sucediendo. Muchos están viviendo sus primeras experiencias y no saben muy bien cómo actuar ante ellas. Están perdidos en medio de algo que yo tampoco entiendo; creo que yo también me encuentro en esa situación".
Sus influencias también las encuentra en los personajes desolados de Lucien Freud o en el arte pop elegante del del artista británico David Hocney.
Mirando las imágenes de Inés Maestre se percibe la soledad y las miradas perdidas de su protagonistas. Le interesa mostrar sobre todo a chicos que palidecen o se adomecen mientras miran a un mundo difícil para ellos. No hay felicidad fingida, no hay caras de patos, ni gestos de victoria que inundan las redes sociales. Sus imágenes no tienen cabida en instagram, no por falta de belleza, sino por ese desinterés en mostrarse encantados de ser fotografiados.
Sobre la pregunta de mostrar un entorno americano, donde sobresalen el materialismo, la idolatría y la búsqueda de los sueños. Ella responde:
"Aunque no están ambientados en ningún sitio en concreto, es cierto que uno de mis referentes es la generación beat porque ellos rompieron con lo establecido y se dedicaron a viajar por Estados Unidos y a drogarse. El símbolo de McDonald’s en una de las pinturas me recuerda a la nueva droga adolescente. Me gustan los fotógrafos que retratan la juventud y lo que la gente no quiere ver, como Larry Clark, que es uno de mis referentes a la hora de retratar adolescentes fumando porros o practicando sexo. Cuando empezó, todo aquello era una revolución: hacer películas en donde la gente estaba follando y fumando. Diane Arbus –que por el hecho de ser mujer ya lo tenía más complicado– siempre retrataba lo que la gente no quería ver. Hacía fotografías a personas sin manos, y no hacía fotos bonitas, aquellas que la gente estaba acostumbrada a ver. Hoy en día sigue siendo impactante ver una foto de una mujer vieja como las que ella hace."
por Almudena Fernández Asensio
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