viernes, 19 de enero de 2018

LOVING VINCENT


La película “Loving Vincent” es la primera obra que reemplazó la animación tradicional con pintura postimpresionista. 125 artistas realizaron 65 mil cuadros para recrear la vida del pintor holandés.


  

Los creadores de Loving Vincent, una película biográfica sobre el célebre artista pensaron en un primer momento, en  un cortometraje, la historia y toda la riqueza visual de la obra del mítico pintor, la han llevado a convertirse en un largometraje. Dicen que se trata del primer largometraje animado realizado por completo con pinturas al óleo sobre tela — 62.450 pinturas— que provienen de obras originales del artista como La noche estrellada y Terraza de  café por la noche. Entre ese centenar de pintores, dos españolas: Sara Campos y Sara Calderón.
En Loving Vincent participan 95 pintores: 65 de ellos llegan todos los días a un hangar enorme y sofocante en el Parque de Ciencia y Tecnología de Gdansk, en el norte de Polonia, para reinterpretar  los lienzos de Van Gogh en medio de un potente olor a pintura. En

“Lo que está sutre este casicediendo aquí tal vez nunca vuelva a pasar”, dijo Hugh Welchman, productor británico que junto con su esposa, la pintora y cineasta polaca Dorota Kobiela, ha estado dirigiendo Loving Vincent.

La producción se ha retrasado varias veces debido a diversos motivos. El principal fue la financiación del ambicioso proyecto, ya que los inversores  expresaban dudas ante un proyecto tan experimental. Al final, los productores tuvieron que arreglárselas con un presupuesto relativamente modesto de 5,5 millones de dólares. El ritmo de producción también se retrasó  cuando la disponibilidad de pintores de estilo clásico se agotó en Polonia y tuvieron que buscar artistas en el extranjero. Después de que dieron a conocer el avance cinematográfico, les llovieron miles de carpetas de artistas de todo el mundo.


La muerte de Van Gogh en 1890 es la clave de la trama del largometraje que indaga en la vida del pintor. Los cineastas han imaginado que el hijo del cartero del pueblo donde vivía el artista tiene que entregar la última misiva de Vincent a su hermano en París. Un viaje en el que se va visitando la capital parisina y la última residencia del pintor en Auvers-sur-Oise, y toda la galería de personajes que le rodearon: el marchante del artista, su médico, la posadera, sus conocidos. Un misterioso que se añade a la biografía del maestro al plantear, brillantemente, si la muerte de Van Gogh fue suicidio o asesinato. Sin duda, la película de la animación del año y pieza clave para entender la evolución de este apasionante género.

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