lunes, 9 de diciembre de 2019

FOODIE LOVE: COMER Y COMERSE

Foto tomada del suplemento XL Semanal
Una persona que confiesa abiertamente que le gusta la nocilla en la era del " real food", se merece que alguien se levante a las seis de las mañana para desayunar una serie cocinada (como aparece en la cabecera), es decir escrita y dirigida por Isabel Coixet. HBO estrenó el día 4, Foodie love, una serie que a la directora catalana le achispó mientras escribía en una cafetería de Brooklyn, donde observaba a una chica que se citaba allí con diferentes personas. El vínculo de aquellos encuentros era una aplicación que ponía en contacto a personas a las que les gustaba la comida. Cuando supo el por qué de aquellas citas pensó en desarrollar una historia con ese argumento.

 


  

Los protagonistas se citan en una cafetería de Barcelona Espai Joliu (Badajoz, 95). Tensión previa, retoques de peinados, calcetines de la suerte y pocas cosas que decirse por miedo a atravesar los límites de un encuentro arreglado a través de una app, sin embargo después de tres cafés, intentan otra cita:” ¿ o una copa?”, Y cuando la actriz Laila Costa llega tarde a la Coctelería Paradiso,Bar Paradiso (Rera Palau 4),  su pareja en la ficción Guillermo Pfening ( ahora que lo pienso no se sabe cómo se llaman los protagonistas) ha tomado ya varios Breakfast in Kentaky, preparados por Yolanda Ramos, la propietaria del local y sabedoras de los entresijos de sus clientes.



 

Habrá nuevas citas, pero quizá la que más me gusta es el contacto que mantienen los amantes por las calles de Roma a través del teléfono. Él está en la ciudad italiana y ella tomando frenadol a todo pasto y recorriendo un camino de pañuelos de papel para volverse a la cama. 







     En Roma además de pasta y cafés deliciosos, está también la cumbre del helado, sin embargo Coixet contaba en una entrevista que se armaron de valor para llevarse helado hecho por   los hermanos Roca. No sé cómo pudieron solventar esa cuestión con la propietaria de La filosofía del gelato, regentada por una mujer que cambió la filosofía por el helado, ante la pasividad  y el abuso del teléfono de sus alumnos. No quiere reseñas en internet, lo pide por favor, solo que disfrute el helado. 
  Tendremos que llegar al episodio sexto para cumplir con los propósitos de la serie, según Coixet: comer y follar y luego volver a comer y luego…encadenar esas acciones con la idea de comerse la vida: comer y comerse.


 

En fin, en la era en la que los periódicos dedican multitud de noticias sobre la comida, las dietas, las mejores tartas, la nutrición, etc, etc. Foodie love es una mesa junto a la ventana, donde asomarse a ver cómo pasa la vida hambrienta de sensaciones, de amor, de sexo, de palabras que no se dicen, de miedo, de dolor, pero siempre hay un postre para chuparse los dedos o una cruasán con mantequilla.

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