martes, 8 de abril de 2014

¡NADIE ES PERFECTO...!

CON FALDAS Y A LO LOCO


¿Cómo acabar una película cargada de humor negro y cínico? De la forma más surrealista posible. Tony Curtin consigue a Marilyn Monroe, además de salvar el pellejo de la mafia junto a su compañero Jack Lemmon, quien ha engañado durante gran parte de la historia a un excéntrico millonario, y con el que supuestamente se va a casar.


Un delirante diálogo final en el yate entre Osgood (Joe E. Bocazas Brown) y Dafne (Jack Lemmon) cuando éste último le desvela al millonario su identidad masculina. Una escena que ponía un broche de oro a todo un clásico y que abría, descaradamente, una puerta a la tolerancia y a la normalidad homosexual, convirtiendo a este film en una de las obras maestras de la comedia.
Se cuenta que este inesperado desenlace del film no habría tenido lugar si no fuera porque Marilyn Monroe, que estaba embarazada y llegaba siempre tarde al set, hizo tan difícil el rodaje que Wilder y Diamond tuvieron que buscar un final alternativo que no implicara su presencia en escena.
Así nacería esta mítica escena que hizo historia y que se remataba a ritmo de tango concluyendo una odisea que le hizo a Wilder pronunciar aquello de: "Mi psiquiatra me ha dicho que soy demasiado viejo y demasiado rico para volver a pasar por una experiencia similar"
Aquí os dejo con el diálogo y el video. A disfrutar de un pedacito de historia del cine. 

 Osgood: Hablé con mamá. Estaba tan contenta que hasta lloró. Quiere que lleves su vestido de novia. Es de encaje blanco.
Dafne: Osgood, no puedo casarme con el vestido de tu mamá, seguro que ella y yo... ¡no tenemos el mismo tipo!
Osgood: Podemos reformarlo.
Dafne: ¡No hace falta! Osgood, he de ser sincera contigo... ¡tú y yo no podemos casarnos!
Osgood: ¿Por qué no?
Dafne: Pues... ¡Primero porque no soy rubia natural!
Osgood sonríe: No me importa.
Dafne: Y... ¡fumo! ¡Fumo muchísimo!
Osgood: Me es igual.
Dafne: Tengo un horrible pasado, desde hace tres años estoy viviendo con un saxofonista.
Osgood: Te lo perdono.
Dafne: Nunca podré tener hijos...
Osgood: Los adoptaremos.
Dafne desesperada: ¡no me comprendes Osgood! ¡AGGH! ¡SOY UN HOMBRE!
Osgood: Bueno... nadie es perfecto.



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