jueves, 29 de enero de 2015

LA PESADILLA DE Johann Heinrich Füssli




 En La Pesadilla (The nightmare)  se aprecia  la inquietante sexualidad de Johann Heinrich Füseli. Fuseli pintó este cuadro en 1781 tras su frustrada relación con Anna Landolt la sobrina de su mejor amigo. Éste se enamoró profundamente de ella, pero la joven ya estaba comprometida y le rechazó. En 1779, cuando se enteró de la boda de Anna, escribió una carta a su amigo  en la que le confesaba haber soñado que le hacía el amor a la joven, tumbados los dos en la cama de ella, fundiendo sus almas y cuerpos en uno. Poco después pintó el cuadro que incluye en el reverso el retrato de Anna Landolt.
Fuseli dijo que “una de las regiones más inexploradas del arte son los sueños y lo que puede denominarse la personificación de los sentimientos”. La pesadilla consagró a Fuseli como el pintor de lo extraño, lo sobrenatural y lo pasmoso. Corrían rumores de que consumía láudano con el propósito de provocarse pesadillas.
Respecto al título de la obra, Fuseli juega con el doble sentido de la palabra, que alude a un ser maligo, un íncubo (el otro título con el que se conoce al cuadro) que según las leyendas visita a los durmientes para causarles sofocación -sentados en su pecho-, parálisis, sueños terroríficos o de contenido sexual, o incluso para mantener relaciones sexuales con ellos. El carácter sexual de la obra es evidente: la postura de sensual abandono, la presencia inquietante del demonio, la irrupción del caballo, un animal ciego…Su título en alemán, Nachtmahr, era el nombre del caballo de Mefistófeles.

Gracias a 'La pesadilla' consiguió un importante reconocimiento, pudiendo exhibirla en la Royal Academy. Tuvo tanto éxito que pintó varias versiones más, y sería copiado años después por otros artistas, que realizaron grabados de las mismas.

Aunque existen distintas interpretaciones sobre la obra, muchas de ellas de índole psicológica y sexual, es más que probable que el tema surgiera a raíz de los relatos sobre la 'Old Hag'. (Vieja bruja) Quién sabe si el propio artista sufrió este episodio en sus propias carnes.
En cualquier caso, buena parte de la obra de este artista suizo está plagada de seres oscuros, de demonios, espíritus y criaturas de la noche.
No es de extrañar, por tanto, que sea considerado como uno de los prerrománticos más destacados.

Este mismo tema de la visita nocturna de seres monstruoso lo encontramos también también en 'El íncubo abandona a las jóvenes durmientes', realizado doce años después de 'La pesadilla'.
Recordar como dijo el maestro Goya en unos de los Caprichos El sueño de la Razón produce monstruos…


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