domingo, 8 de enero de 2017

LO QUE ESCONDIAN SUS OJOS:HISTORIA REAL, NOVELA Y SERIE DE TV.


La pasión oculta en aquel Madrid de la posguerra, en esa otra España que no pasaba hambre y vivía entre cócteles y damas que jugaban a remediar, inspiró a Nieves Herrero la novela 'Lo que escondían sus ojos', un relato de corte romántico e histórico que lideró las listas de ventas hace ya tres años.


Una noche otoñal de 1940, la alta sociedad se divierte en una brillante fiesta en el hotel Ritz de Madrid. Hace más de un año que ha terminado la guerra y aristócratas y nuevos jerarcas del régimen ansían distraerse y lucir sus mejores galas, ajenos a las penurias del resto de los españoles. Una mujer destaca por encima de todas: alta, rubia y con un vestido de su modisto y amigo Balenciaga, su belleza no tiene rival; es Sonsoles de Icaza, esposa del marqués de Llanzol. De pronto, su mirada se cruza con la del hombre del momento: el flamante nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Ramón Serrano Suñer. Ambos destacan como faros entre la multitud que les rodea y su irresistible atracción será, desde ese momento, inevitable. LO QUE ESCONDIAN SUS OJOS (Nieve Herrero) 
Los escándalos de la aristocracia siempre quedan en los mentideros de sus residencias. Son pocos los problemas de la alta sociedad que trascienden. Quizá por ello, el romance extramatrimonial  que mantuvieron Ramón Serrano Suñer y Sonsoles de Icaza fascina aún 75 años después de la relación. Él, cuñado de Franco y su ministro de Asuntos Exteriores; ella, la mujer del marqués de Llanzol, musa de Balenciaga y la española más elegante que ha habido. El affaire de la pareja culminó con el nacimiento de Carmen, apellidada Diez de Rivera por la adopción del marqués de Llanzol. La infidelidad más sonada del franquismo fue reconstruida por Nieves Herrero en Lo que escondían sus ojos, (La Esfera de los libros 2012) que Telecinco ha convertido en una miniserie de cuatro capítulos. La expectación por poner imágenes a la historia entre Serrano Suñer y De Icaza molesta a los descendientes de la pareja, quienes no han querido saber nada del rodaje. "No están orgullosos de la historia por ninguna de las dos partes y no han querido colaborar con la productora",

Una reacción esperada, pero a la vez sorprendente. A priori parece insólito que unos hijos se molesten con el retrato que una serie hace del amor adúltero de su madre, fallecida hace ya veinte años. Sin embargo, esa es la reacción de los vástagos de Sonsoles de Icaza ante 'Lo que escondían sus ojos', la serie de Telecinco protagonizada por Blanca Suárez y Rubén Cortada que muestra cómo su progenitora, una de las nobles más glamurosas y elegantes del franquismo, se enamoró del cuñado de Franco, cómo ambos vivieron una pasión oculta y adúltera en el Madrid de los años 40. Cuando los medios de comunicación  se ponen en contacto con los hijos de la retratada, sus respuestas son airadas y cortantes.
Donde sí opina Sonsoles Diaz de Rivera es sobre la relación de su madre con el modisto Balenciaga “Fue una relación tan íntima, tan especial, que a veces me resulta difícil separarlos en mis recuerdos. Ella era alta, muy delgada, con un físico de maniquí, de piernas largas y buenos hombros: la prenda tiene que estar anclada en los hombros, si falla ese cimiento falla todo lo demás”.

Sonsoles de Icaza fue una de las mujeres más atractivas de aquellos años de posguerra. En mitad del oscurantismo, del hambre y las penurias económicas, la marquesa de Llanzol, a la que pone cara Blanca Suárez, era el contraste, el símbolo de la opulencia. Según Balenciaga, hacía que los hombres que paseaban por la Gran Vía madrileña girasen la cabeza cuando ella pasaba. Entre el oscurantismo y la mala conciencia, vivió un romance adúltero y prohibido con Ramón Serrano Suñer, el cuñado de Franco; una historia de amor que llega a la televisión y que parece no gustar nada a sus hijos, que no han dicho una sola palabra acerca del tema y ni siquiera han querido intervenir en su elaboración.
En 1940, los cimientos del hotel Ritz temblaron cuando Sonsoles, con veintiséis años y envuelta en un escotado vestido de gasa azul, vio entrar en el salón, de impecable esmoquin, al apuesto Ramón Serrano Súñer, marido de Zita Polo, cuñado de Franco y superministro de la postguerra. El flechazo entre ambos fue inminente y la marquesa de Llanzol volvió a dar motivos para que el pueblo de Madrid la llamara, jocosamente, "Sonsoles de I-caza y pesca". Otro chascarrillo que circulaba por la capital era aquel que empezaba con un: "¿Dónde está la marquesa?". A lo que alguien respondía: "Subiendo por Serrano".
Así curiosamente tenemos dos historias noveladas en el Ministerio de Asuntos Exteriores: A Juan Luis Beigberder (El tiempo entre costuras) lo sustituye Ramón Serrano Suñer. La relación de Serrano Suñer con la marquesa fue el detonante que sentenció su caída en desgracia como hombre fuerte de la dictadura. Mientras Zita, su mujer, decidió hacer la vista gorda, Carmen Polo no podía consentir que su hermana estuviese en boca de todo el mundo por los engaños de su marido y contribuyó activamente a que Franco optase por destituir a su mano derecha

Del matrimonio entre Ramón y Zita Polo, hermana de Carmen Polo, nacieron cinco varones y una mujer. Su hijo más conocido fue Ramón. El tercer vástago de la pareja se crio desde pequeño con la amistad de Carmen Diez de Rivera. Él, nacido en 1946, pronto se enamoró de la hija pequeña de los marqueses de Llanzol, nacida cuatro años antes. Los padres dejaron que ese noviazgo siguiera adelante hasta que anunciaron su compromiso. Fue entonces cuando su tía Carmen de Icaza (abuela del actual ministro de Educación Iñigo Mendez de Lugo) le comunicó  que eran hermanos. La noticia turbó a Carmen, que se refugió en un convento y, más tarde, trabajó como cooperante en Costa de Marfil durante tres años. Cuando regresó a España en 1968 su primer amor llevaba dos años casado con Genoveva de Hoyos y Martínez de Irujo, mientras Carmen tomaba más protagonismo en la vida política española. En 1976 comenzó a dirigir el gabinete de Adolfo Suárez y fue partidaria de la legalización del partido Comunista, un compromiso le valió el apelativo de La musa de la Transición. Su valía profesional, junto con la discreción de su hermano Ramón, consiguieron que la prensa olvidara la historia familiar. También Manuel Vicent recrea la historia profesional de Carmen en “El azar de la mujer rubia”.

A raíz de la bomba del incesto, la relación entre la marquesa de Llanzol y el Cuñadísimo también se deterioró. Así que, un buen día, tras casi veinte años de encuentros a escondidas, Serrano Súñer decidió no desabrochar más trajes de Balenciaga en el escultural cuerpo de Sonsoles.

1 comentario:

  1. Pues si el chico nació en 1946 ya me dirá usted como pretendía casarse con 13 años en 1959...algo falla en su relato o en la serie o se ha equivocado de hijo

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