La pasión oculta en aquel Madrid de
la posguerra, en esa otra España que no pasaba hambre y vivía entre cócteles y
damas que jugaban a remediar, inspiró a Nieves Herrero la novela 'Lo que
escondían sus ojos', un relato de corte romántico e histórico que lideró las
listas de ventas hace ya tres años.
Una noche otoñal de 1940, la alta sociedad se divierte en una
brillante fiesta en el hotel Ritz de Madrid. Hace más de un año que ha
terminado la guerra y aristócratas y nuevos jerarcas del régimen ansían
distraerse y lucir sus mejores galas, ajenos a las penurias del resto de los
españoles. Una mujer destaca por encima de todas: alta, rubia y con un vestido
de su modisto y amigo Balenciaga, su belleza no tiene rival; es Sonsoles de
Icaza, esposa del marqués de Llanzol. De pronto, su mirada se cruza con la del
hombre del momento: el flamante nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Ramón
Serrano Suñer. Ambos destacan como faros entre la multitud que les rodea y su
irresistible atracción será, desde ese momento, inevitable. LO QUE ESCONDIAN SUS OJOS (Nieve Herrero)
Los escándalos de la aristocracia
siempre quedan en los mentideros de sus residencias. Son pocos los problemas de
la alta sociedad que trascienden. Quizá por ello, el romance extramatrimonial que
mantuvieron Ramón Serrano Suñer y Sonsoles de Icaza fascina aún 75 años después
de la relación. Él, cuñado de Franco y su ministro de Asuntos Exteriores;
ella, la mujer del marqués de Llanzol, musa de Balenciaga y la española más
elegante que ha habido. El affaire de la pareja culminó con el nacimiento de Carmen, apellidada Diez de Rivera por la adopción del marqués de Llanzol. La
infidelidad más sonada del franquismo fue reconstruida por Nieves Herrero en Lo
que escondían sus ojos, (La Esfera de los libros 2012) que Telecinco ha
convertido en una miniserie de cuatro capítulos. La expectación por poner
imágenes a la historia entre Serrano Suñer y De Icaza molesta a los
descendientes de la pareja, quienes no han querido saber nada del rodaje.
"No están orgullosos de la historia por ninguna de las dos partes y no han
querido colaborar con la productora",
Una reacción esperada, pero a la vez
sorprendente. A priori parece insólito que unos hijos se molesten con el
retrato que una serie hace del amor adúltero de su madre, fallecida hace ya
veinte años. Sin embargo, esa es la reacción de los vástagos de Sonsoles de
Icaza ante 'Lo que escondían sus ojos', la serie de Telecinco protagonizada por
Blanca Suárez y Rubén Cortada que muestra cómo su progenitora, una de las
nobles más glamurosas y elegantes del franquismo, se enamoró del cuñado de
Franco, cómo ambos vivieron una pasión oculta y adúltera en el Madrid de los
años 40. Cuando los medios de comunicación se ponen en contacto con los hijos de la
retratada, sus respuestas son airadas y cortantes.
Donde sí opina Sonsoles Diaz de
Rivera es sobre la relación de su madre con el modisto Balenciaga “Fue una
relación tan íntima, tan especial, que a veces me resulta difícil separarlos en
mis recuerdos. Ella era alta, muy delgada, con un físico de maniquí, de piernas
largas y buenos hombros: la prenda tiene que estar anclada en los hombros, si
falla ese cimiento falla todo lo demás”.
Sonsoles de Icaza fue una
de las mujeres más atractivas de aquellos años de posguerra. En mitad del
oscurantismo, del hambre y las penurias económicas, la marquesa de Llanzol, a
la que pone cara Blanca Suárez, era el contraste, el símbolo de la opulencia.
Según Balenciaga, hacía que los hombres que paseaban por la Gran Vía madrileña
girasen la cabeza cuando ella pasaba. Entre el oscurantismo y la mala
conciencia, vivió un romance adúltero y prohibido con Ramón Serrano Suñer, el
cuñado de Franco; una historia de amor que llega a la televisión y que
parece no gustar nada a sus hijos, que no han dicho una sola palabra acerca del
tema y ni siquiera han querido intervenir en su elaboración.
En 1940, los cimientos del hotel Ritz
temblaron cuando Sonsoles, con veintiséis años y envuelta en un escotado
vestido de gasa azul, vio entrar en el salón, de impecable esmoquin, al apuesto
Ramón Serrano Súñer, marido de Zita Polo, cuñado de Franco y superministro de
la postguerra. El flechazo entre ambos fue inminente y la marquesa de Llanzol volvió
a dar motivos para que el pueblo de Madrid la llamara, jocosamente,
"Sonsoles de I-caza y pesca". Otro chascarrillo que circulaba por la
capital era aquel que empezaba con un: "¿Dónde está la marquesa?". A
lo que alguien respondía: "Subiendo por Serrano".
Así curiosamente tenemos dos
historias noveladas en el Ministerio de Asuntos Exteriores: A Juan Luis Beigberder (El tiempo entre costuras) lo sustituye Ramón Serrano Suñer. La
relación de Serrano Suñer con la marquesa fue el detonante que sentenció su
caída en desgracia como hombre fuerte de la dictadura. Mientras Zita, su mujer,
decidió hacer la vista gorda, Carmen Polo no podía consentir que su hermana
estuviese en boca de todo el mundo por los engaños de su marido y contribuyó
activamente a que Franco optase por destituir a su mano derecha
Del matrimonio entre Ramón y Zita
Polo, hermana de Carmen Polo, nacieron cinco varones y una mujer. Su hijo más
conocido fue Ramón. El tercer vástago de la pareja se crio desde pequeño con la
amistad de Carmen Diez de Rivera. Él, nacido en 1946, pronto se enamoró de la
hija pequeña de los marqueses de Llanzol, nacida cuatro años antes. Los padres
dejaron que ese noviazgo siguiera adelante hasta que anunciaron su compromiso.
Fue entonces cuando su tía Carmen de
Icaza (abuela del actual ministro de Educación Iñigo Mendez de Lugo) le
comunicó que eran hermanos. La noticia
turbó a Carmen, que se refugió en un convento y, más tarde, trabajó como
cooperante en Costa de Marfil durante tres años. Cuando regresó a España en
1968 su primer amor llevaba dos años casado con Genoveva de Hoyos y Martínez de
Irujo, mientras Carmen tomaba más protagonismo en la vida política española. En
1976 comenzó a dirigir el gabinete de Adolfo Suárez y fue partidaria de la
legalización del partido Comunista, un compromiso le valió el apelativo de La
musa de la Transición. Su valía profesional, junto con la discreción de su
hermano Ramón, consiguieron que la prensa olvidara la historia familiar. También
Manuel Vicent recrea la historia profesional de Carmen en “El azar de la mujer
rubia”.
A raíz de la bomba del incesto, la
relación entre la marquesa de Llanzol y el Cuñadísimo también se deterioró. Así
que, un buen día, tras casi veinte años de encuentros a escondidas, Serrano
Súñer decidió no desabrochar más trajes de Balenciaga en el escultural cuerpo
de Sonsoles.
Pues si el chico nació en 1946 ya me dirá usted como pretendía casarse con 13 años en 1959...algo falla en su relato o en la serie o se ha equivocado de hijo
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