lunes, 26 de febrero de 2018

LA FIERA DE MI NIÑA CUMPLE 80 AÑOS



El doctor Huxley, un despistado científico dedicado a la arqueología, espera con impaciencia y nerviosismo el momento de su boda. El día anterior a este feliz acontecimiento ha de acudir a jugar una partida de golf con Peabody, el administrador de una joven millonaria que ha donado una gran cantidad de dinero para su museo de arqueología. A David Huxley  la suerte le sonríe: acaba de encontrar la clavícula intercostal que le faltaba para reconstruir un brontosaurio, pero en su camino se cruzará accidentalmente Susan Vance, una joven alocada que le hará sufrir una serie de calamitosas tribulaciones y que resulta ser la sobrina de su posible mecenas. Un leopardo amaestrado y otro salvaje, un perrito con predilección por la susodicha clavícula intercostal y un cazador aficionado a imitar el rugido de las fieras se unirán, entre otros, en el enredo.


En esta escena Grant explica porque lleva puesto ropas de mujer, lo que aquí se tradujo ¡porque me he vuelto loco de repente! En el original dice gay y algunos sostienen que fue el primero en hacerlo en el cine comercial.



Título: La fiera de mi niña. (Bringing Up Baby)

Dirección: Howard Hawks
Año: 1938
Fecha de estreno en España: 13/01/1941
Duración: 102 min
Género: Romance, Comedia, Familiar
Reparto: Katharine Hepburn, Cary Grant, Charles Ruggles, Walter Catlett, Barry Fitzgerald, May Robson, Fritz Feld, Leona Roberts, George Irving, Tala Birell
Guión: Dudley Nichols


Ejemplar comedia que constituye uno de los puntos álgidos del género en su registro más enloquecido. En la misma confluyeron los factores adecuados: un guion sumamente brillante, unos intérpretes idóneos y una realización que supo aunar sus componentes con sentido del equilibrio y la suficiente sorna. El resultado es uno de estos productos que siguen sorprendiendo tanto por su frescura como por su inteligencia.
El desarrollo es perfecto, el ritmo adecuado y las situaciones bien llevadas, diálogos ágiles y divertidos y con esos planos largos, sin cortes, y los actores están tan metidos en sus papeles, que hacen de esta película un clásico con mayúsculas de la historia del cine, y por cintas como ésta, su director Howard Hawks está en los altares.
Una de las mejores “screwball comedies” de la historia del cine, que traducido sería así como comedia enloquecida o de enredo, un género que estuvo muy de moda en la década de los 30  como una distracción de la crisis económica que estaba pasando Estados Unidos en esos momentos.. Basada en un cuento de Hagar Wilde, la película es una comedia redonda, con caracterizaciones inolvidables (Cary Grant en un estilo Harold Lloyd), una trama muy divertida, en donde tanto cabe la batalla de sexos como la falsa identidad, el equívoco, la farsa, el slapstick, el humor gestual, el contrapunto psicológico, la ironía, la parodia romántica o el absurdo. En la fiera de mi niña el humor surge de la acumulación de situaciones disparatadas, al más puro estilo de los hermanos Marx.

La exposición es vertiginosa, con múltiples personajes excéntricos bien conexionados (el psiquiatra, el comisario, el jardinero, el cazador…), diálogos brillantes, rápidos (incluso superpuestos), ágil transición de escenas en una ficción de una duración de dos días, gran química entre la pareja protagonista en un contraste delirante entre actitudes de responsabilidad e irresponsabilidad. Es una película que a pesar de los años que han pasado de su rodaje no ha perdido su frescura y su modernidad, es una historia con toques feministas, al presentarnos una protagonista independiente atrevida, que cuando le gusta alguien no duda en perseguirlo.

A destacar muchas escenas memorables, en especial la transcurrida en una sala de fiestas, la escena del vestido roto y Grant situándose detrás de Hepburn, caballerosamente, para que no se vea nada, es uno de los gags visuales más inolvidables de la cinta, imitado hasta la saciedad a lo largo de la historia de la comedia, llegando a nuestros días. Una de las escenas eternas de esta película.
Para Katherine Hepburn esta era su primera incursión en el género de la comedia. Al principio le costó adaptarse a esta nueva temática, tanto fue así que Hawks le puso a un veterano cómico para que le dieran algunas directrices. Pero sin ninguna duda los dos hacen una pareja formidable, su química se hace evidente desde el primer segundo que ambos coinciden en una misma escena. El personaje femenino se merienda al masculino sin relamerse. Allí mismo nació un arquetipo, Grant es un muñeco en sus manos, Katharine es su perdición y su paraíso, su costilla de Adán, la fruta prohibida que alterará su paz y le regalará la vida. Cuando se descubre presa, está demasiado enredado en la tela de araña. Así que opta por lo más sensato enamorarse. Grant cae literalmente en sus redes, es cazado por una maravillosa Hathereni Hepburn  
En la España de 1941, que fue cuando se estrenó, cuando  era frecuente que la censura eliminase escenas que unos señores consideraban inapropiadas) la canción original que Hepburn y Grant le cantan al leopardo es "I can’t give you anything but love, Baby" (no puedo darte nada más que amor, nena) y aquí se tradujo como "Todo te lo puedo dar menos el amor, Baby" cambiando radicalmente el sentido de la frase.

Cuando se estrenó en el 1938 fue un desastre en taquilla. La productora hizo una promoción muy pobre, y la crítica destrozó la interpretación de Katherine Hepburn, de una forma totalmente injusta, a mi parecer. El film se hubiera podido quedar en el olvidó si no hubiera sido por que en el 1961 en el MOMA de Nueva York hicieron una reposición. Una nueva generación de cinéfilos descubrió la película enamorándose de ella. El éxito que no tuvo en su momento lo consiguió 23 años más tarde. En la lista de las cien mejores películas que confeccionó American Film Institute (1997) ocupa el lugar 97. Y la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos la considera ‘cultura, histórica y estéticamente significativa’

lunes, 19 de febrero de 2018

ACTIVIDADES BEBER DE CINE MARZO 2018






Para el mes de marzo hemos vuelto nuestros ojos a Italia y por partida doble. En primer lugar porque la película que hemos seleccionado para proyectar en las matinales de domingo del Teatro Auditorio del Revellín es de esa nacionalidad, y en segundo lugar, por la temática, tanto en los vinos como en el menú de la degustación gastronómica que tendrá lugar posteriormente.

Comenzamos desarrollando nuestro programa de actividades: el domingo 11 de marzo a las 12 horas volvemos al Teatro Auditorio del Revellín para celebrar una nueva “matinal de domingo” con la premiada película italiana “Locas de alegría” del director Paolo Virzi.


Estamos ante una comedia con toques dramáticos protagonizada magistralmente por Valeria Bruni Tedeschi como la verborreica incontenible Beatrice y Micaela Ramazzotti como la frágil y tatuadísima Donatella.

Esta película del 2016 ha recibido numeroso premios entre los que destacan 5 David de Donatello, tres premios en el Festival de Valladolid y el premio del cine europeo a la mejor actriz.

El argumento a modo de road movie, nos cuenta la relación entre dos pacientes totalmente distintas pero que se complementan de maravilla de una institución para rehabilitar a personas con transtornos mentales y adicciones situada en la Toscana.




Valeria Bruni-Tedeschi, Beatrice, que representa a una mujer de mediana edad, recluida en una institución mental, un lugar de internamiento, cuyos objetivos, además del cuidado y la preocupación por sus enfermos, se dirigen a la rehabilitación de los mismos, en el intento de que puedan volver a desarrollar su vida en sociedad. Al centro llega una nueva interna, Donatella, nuestra segunda protagonista, encarnada por Micaela Ramazzotti. Se trata de una joven de físico débil, muy delgada, con lesiones varias y una situación mental muy delicada. Entre ambas féminas, se establece una relación muy especial, que les llevará por caminos insospechados.



La película no da tregua, y el movimiento acelerado de personajes y situaciones, el cambio de escenarios y el paso del drama a la comedia resulta continuo. El filme nos va dando la información sobre el pasado de sus protagonistas con cuentagotas, una existencia anterior que no ha sido precisamente amable, y que les hace arrastrar serios traumas, originándoles o agravando complicados y graves problemas y/o enfermedades psicológicas y psiquiátricas.




Las protagonistas nos muestran dos personalidades diferentes, una de ellas es un ciclón, agotadora, tragicómica, un volcán verborreico, siempre acelerada, aristócrata en la ruina aunque clasista, finalmente, asumiendo su bajón y su desamparo. La otra perdió lo que más amaba, está desolada, pero se dejará enganchar por su compañera en una huida vertiginosa hacia ninguna parte.

 


Como siempre la asistencia a la película es gratuita hasta completar aforo.

Si al terminar el film te apetece probar unos maravillosos vinos italianos acompañados de algunos deliciosos platos del país hemos organizado una degustación gastronómica en el Torreón del Casinillo de la Legión a las 14:30 horas. Su precio es de 30 € y las entradas están a la venta en la tienda de vinos “Algo más que vinos”, las plazas son muy limitadas.


domingo, 18 de febrero de 2018

JAVIER CASTILLO "EL DÍA QUE SE PERDIÓ..."



La 'Patria' de Fernando Aramburu, el 'Origen' de Dan Brown y el 'planeta' Javier Sierra triunfaban en las listas de libros más vendidos hasta que hace tres semanas apareció la nueva sensación de la literatura española. Javier Castillo (Málaga, 1987) se coló en lo más alto de las ventas con 'El día que se perdió el amor' (Suma de Letras), la segunda parte de 'El día que se perdió la cordura', un éxito editorial que despachó en 2017 más de 100.000 copias y que lanzó la carrera de un joven autor que empezó desde abajo, autoeditándose y vendiendo su libro en internet.









En realidad, la escritura era la pasión y la afición de Castillo sólo en sus ratos libres, porque hasta el año pasado, su trabajo era el de consultor de finanzas corporativas. «No tenía tiempo y escribía en el tren que me llevaba de Fuengirola a Málaga, un poco para desconectar», cuenta el escritor malagueño. En el tren creció 'El día que se perdió la cordura', un 'thriller' que trata de desentrañar el misterio de un asesinato atroz y que enganchó a lectores de todas las edades, pero que sobre todo hizo furor en los de la franja de entre 18 y 30 años. «Es un público difícil porque tiene muchas opciones de ocio», apunta Castillo. . Y aunque ahora se ha propuesto hacer de la escritura su profesión y ya tiene un rincón en casa para este fin, confiesa que sigue acudiendo al tren. «Tengo mi sitio predilecto para escribir y, cuando me lo quita algún turista o pasajero, lo miro mal», afirma con humor Javier Castillo que, como si fuera un ritual, pondrá el punto y final a su segunda novela en el tren. Tal vez, ese sea el auténtico secreto de su éxito.
Fueron ellos los que le dieron a través de las plataformas de internet como Amazon un gran empujón que generó el interés de las grandes editoriales, que comenzaron a pujar por los derechos de la obra.
«Fue muy inesperado porque antes les había mandado el manuscrito a cuatro editoriales y no me hicieron caso», recuerda Castillo. Él mismo se dedicó a promocionar la novela en las redes sociales y a partir de ahí, todo fue cuesta abajo. Una vez que el boca a boca comenzó a funcionar, el libro alcanzó picos de mil ejemplares vendidos al día y superó los 100.000, una cifra que seguirá creciendo porque, aprovechando el tirón de la segunda parte de la saga, también ha entrado en el 'top ten' de las listas.
CORDURA
“La novela arranca muy fuerte. Empieza con un hombre caminando desnudo por las calles de Boston con la cabeza decapitada de una joven; todo ello narrado en primera persona por este hombre. Lo detienen y el doctor Jenkins empieza a investigar el porqué y el cómo de este suceso. En paralelo, 17 años atrás, una familia se va a veranear a un pueblo del interior de Estados Unidos y, de ese viaje, surge un romance adolescente un tanto turbio. Y, también en paralelo, se narra la noche previa a la primera trama. Tres historias en paralelo que el lector va entendiendo poco a poco y que están conectadas de una manera casual muy bonita.”
“Una historia de amor rompedora e inquebrantable, de un autor hasta ahora desconocido, y que sin duda se va a convertir en el fenómeno literario del año”

“Un libro aupado por el boca a boca, de esos que te dejan toda una noche sin dormir”

“Maravilloso. No puedo decir nada más”.
AMOR
«A veces el amor te pone en el camino equivocado para que sepas cuánto duele».
A las doce de la mañana del 14 de diciembre, una joven llena de magulladuras se presenta desnuda en las instalaciones del FBI de Nueva York con varias notas amarillentas en la mano. El inspector Bowring, jefe de la Unidad de Criminología, intentará descubrir qué oculta la joven y su conexión con otro caso, el de una mujer que aparece decapitada horas más tarde y cuyo nombre coincide con el que estaba escrito en una de las notas. A medida que avance en la investigación se dará cuenta de que este caso abre antiguas heridas difíciles de cicatriza

'El día que se perdió el amor', como su predecesora, está ambientadas en Nueva York. «Mi forma de escribir es elaborar primero la trama y luego pensar dónde pega más. Y vi que pegaba más en Nueva York», «Desbancar a 'Patria' y vender tantos libros es cumplir el sueño que tenía de adolescente, cuando empecé a escribir», asevera el escritor.



En la Semana Negra de Gijón, donde lo presentaron como un autor del «nuevo ‘thriller’ español» y en apenas media hora firmó 200 ejemplares. «Es increíble, pero donde voy se agota el libro», explica el autor revelación que ha recorrido ya media España. Valencia, Sevilla, Granada y, por supuesto, Barcelona. El autor cuenta  que lo emocionante  es pasar por las librerías de Málaga y encontrar el volumen. «El otro día fui a El Corte Inglés y me sorprendió ver el ‘booktrailer’ de la novela en las pantallas del departamento de libros», afirma Javier Castillo que insiste en que su máxima aspiración era «que me leyesen los amigos».
 
El escritor escribió la novela durante más de un año en los trayectos en tren entre Fuengirola y Málaga para ir y volver de su trabajo como consultor de finanzas

sábado, 17 de febrero de 2018

OMAR VICTOR DIOT FOTOS DEL ÁFRICA ACTUAL.


Omar Victor Diop nació en Dakar, Senegal, en 1980. Allí vive y trabaja.
Desde su edad más temprana, Omar se interesó en la fotografía y el diseño, esencialmente como un medio para capturar la diversidad de las modernas sociedades y estilos de vida africanos.

Su obra abarca la fotografía artística, de moda y publicitaria. Disfruta mezclando sus fotografías con otras formas artísticas, como el diseño de vestimenta, estilismo y escritura creativa. Se inspira en sus influencias internacionales, así como en su patrimonio visual africano.

En toda su carrera artística destacan las series de fotografía que toca un tema y llevan un nombre específico como Liberty, que trata del problema de la libertad y los derechos humanos en África;  Hopeful Bluies, sobre el tema de los refugiados del Camerún, o más recientemente Le futur du beauy

 En “The Studio of Vanity,  nos ofrecen unos retratos escénicos del ambiente urbano contemporáneo africano. Las fotografías que surgen en esta serie  son lúdicas, optimistas y conquistadoras. Ofrecen al mundo lo que les dio de comer: un alma de  mezclas culturales, de sincretismo criollo. «Estos son los rostros frescos de la cultura urbana del continente. Son negros, árabes, caucásicos, asiáticos... no importa. Son creativos y ambiciosos, pero lo más importante es que dedican sus vidas cotidianas a hacer sus sueños realidad. En esta serie, el objetivo es retratar una generación que se esfuerza en mostrar el universo urbano de África y su floreciente producción artística e intercambios.

La intención es ir más allá de la representación estrictamente estética de la belleza juvenil... Cada retrato es el resultado de la colaboración entre el modelo y el fotógrafo.»
Se supone que un retrato es real, porque estás mostrando a alguien, pero aun así, hay una interpretación. Mis retratos tienen mucha producción. Me puede tomar dos semanas de preparación, desde la vestimenta, tejidos, hasta el peinado, porque también soy estilista y a veces también diseñador.»

La identidad y el descubrimiento, tanto colectivo como personal, son los temas principales del proyecto "Diáspora" de Omar Victor Diop. Viaje atrás en el tiempo, esta serie fotográfica revela y profundiza una historia rara vez contada sobre el papel de los africanos de África.Con este trabajo, Omar Diop nos obliga a reconsiderar nuestra concepción de la historia y responde a su interrogatorio perpetuo, a su diálogo consigo mismo sobre su identidad como artista y como persona.

 Para esta “Diaspora”, se centra  en Europa del siglo XV al siglo XIX.  Nos encontramos desde un Juan de Parejo  de Velázquez, versionado,0 un San Benedicto Negro de Palermo  hasta un “moro” de Tapir o una Frida africana. Inspirado por la multitud de obras de arte barrocas creadas en el momento, Diop considera que esta era marcó el comienzo de un período de intensas (y previamente inexistentes) interacciones entre África y el resto del mundo. Inspirado por los retratos de africanos notables que han marcado la historia europea, Diop se opone y compara su curso de vida y su legado a los suyos, al tiempo que rastrean los destinos únicos de los viajeros y aquellos en un ambiente extranjero. Se refiere al mundo del deporte, especialmente el fútbol, para mostrar la dualidad de una vida de gloria y el reconocimiento de que también se trata de una vida siendo "el otro".



9 de febrero ES POR TU BIEN

9 de febrero ES POR TU BIEN