domingo, 6 de agosto de 2017

PACO ROCA DIBUJANTE


Dice Paco Roca en su biografía que Me considero uno de esos privilegiados que ha conseguido vivir de su sueño infantil. Desde pequeño quería trabajar dibujando y en la actualidad compagino la ilustración con el cómic”.
 “Como ilustrador he hecho todo tipo de trabajos, desde publicitarios a editoriales pasando también por el mundo de la prensa, en el que he publicado entre otros sitios en el suplemento cultural Babelia y El Semanal de El País, Las Provincias, Corriere della Sera o Süddeutsche Zeitung Magazin.”


En la crónica del diario El Mundo, con motivo de la muestra en el Museo Valenciano de la Ilustración que tuvo lugar en 2012 se recoge: Hay al menos dos versiones del escritor y dibujante Paco Roca. Simplificando y por tiempos.

Ahora, el Paco Roca que viaja en 'business' con el presidente del Gobierno, que le levanta un Goya a Pedro Almodóvar, que rechaza invitaciones de la Casa Real, el Paco 'Loca' que triunfa en Japón, el que conquista el primer Premio Nacional de Cómic, que se rifan en los festivales de medio mundo, que da nombre a una calle de Getafe... Vamos, el Paco Roca estrella del tebeo.

Antes, el Paco Roca que soñaba con dibujar para Bruguera, que copiaba a Astérix y a Tintín y acabó trazando tías buenas. "Esas pollas tienen que ser más venosas y los coños tremendamente húmedos", le soltó el editor de 'Kiss Cómix' antes de ficharlo. Vendría luego la mítica 'El Víbora'. Más tías buenas. Hasta que un fan le dio la mano. "La de veces que me he masturbado yo con tus dibujos". Y se acabaron las tetas...



 


Entre un Paco y otro Paco, entre tetas y 'Arrugas', se dibuja la trayectoria de uno de los autores de cómic de referencia de nuestros tiempos.

En Astiberri, tiene once obras editadas: El Faro, Arrugas –por la que recibió el Premio Nacional del Cómic en 2008, los premios al mejor guión y mejor obra en el Salón del Cómic de Barcelona 2008 y el Goya al mejor guión en 2012 de la versión al cine dirigida por Ignacio Ferreras, que también se llevó la estatuilla a la mejor película de animación–, Las calles de arena, Emotional World Tour, El invierno del dibujante, obra merecedora de los premios al mejor guión y mejor obra en el Salón del Cómic de Barcelona 2011, Memorias de un hombre en pijama, nominada a mejor obra nacional en la edición de 2012 de la citada feria de Barcelona, serie de la que ha publicado también Andanzas de un hombre en pijama y sobre la que está dirigiendo un largometraje de animación que, se prevé, se estrene en 2017.


Después de ilustrar La metamorfosis, de Franz Kafka, le dio forma definitiva a El juego lúgubre. Con Los surcos del azar y ya en 2015 con La casa, una obra intimista en torno a la figura del padre desaparecido, Paco Roca ha demostrado situarse como un autor de primer nivel internacional.


Distintas aportaciones se pueden encontrar en la ya extensa obra del joven autor valenciano, que se mueve siempre bien documentado entre temáticas sociales, autobiográficas, costumbristas o centradas en la historia reciente de este país. Concretamente, por un lado, tanto Arrugas (temática social sin tapujos centrada en la tercera juventud con la presencia de la enfermedad de Alzheimer) o El ángel de la retirada  junto con Los surcos del azar (temática histórica de exilio y guerra) suponen interesantes títulos para profundizar en valores al tiempo que sensibilizan sobre la realidad diaria que muchas veces observamos  en los informativos. Por otro lado, El invierno del dibujante es un delicioso fresco de la intrahistoria de los dibujantes de tebeos en la España de finales de los años cincuenta; nuevamente otro capítulo con el que Paco Roca acierta de lleno en el mercado nacional.

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