miércoles, 20 de septiembre de 2017

EMMY 2017: CUANDO LA TELEVISIÓN SE CONVIERTE EN CINE.


El triunfo en la edición de 2017 de los Emmy de Big little lies y The Handmaid’s tale prueba que las mejores series están protagonizadas por mujeres

“El mundo ahí fuera se está volviendo loco, pero la televisión está mejor que nunca". Con semejante declaración de intenciones arrancaba este domingo la 69 edición de los Premios Emmy, unos galardones que estaban destinados a ser políticos en plena vigencia de la presidencia de Donald Trump. Se trataba de un destino que, más allá de las proclamas opositoras, chocaba irremediablemente con otra necesidad: la de premiar la intensa presencia femenina en la producción televisiva de este año, tan escasa y apartada hasta hace apenas unos años.

Ante la avalancha de nominaciones a dos de las grandes producciones de ciencia ficción del año, se impusieron como nunca en una ceremonia reivindicativa. Ni 'Westworld' ni 'Stranger Things' tuvieron suerte: a pesar de acumular cuatro decenas de nominaciones, ambas se fueron de vacío -en el apartado creativo sí que se llevaron diez premios en total- en una gala en la que la perturbadora distopía de 'El cuento de la criada' (Hulu) y el drama intimista de 'Big Little Lies' (HBO) salieron por la puerta grande, con cinco estatuillas aladas cada una. Sin 'Juego de Tronos' en el panorama, la Academia tuvo la oportunidad de premiar nuevas apuestas dramáticas... y lo hizo decantándose por los papeles más 'incómodos':


"Ha sido un año increíble para las mujeres de la televisión", aseguraba desde la platea una emocionada Reese Witherspoon, productora ejecutiva junto a David E. Kelley de 'Big Little Lies', coronada como la miniserie de la temporada. La aparentemente banal historia de cinco mujeres -madres, esposas, amigas- que se ven envueltas en un mundo de secretos en el acomodado pueblo californiano de Monterrey conquistó a la Academia, que premió a la "tribu" con una estatuilla a mejor dirección (para Jean-Marc Vallée) y tres galardones interpretativos: a mejor actriz principal (Nicole Kidman, que consiguió su primer Emmy por su atribulada Celeste Wright), de reparto (para la convincente Renata Klein de Laura Dern) y a mejor actor secundario (para el sueco Alexander Skarsgård, que da vida al abobinable Perry Wright).

En la noche en el que 'El cuento de la criada' fue una de las protagonistas, no podía faltar la autora de la historia, Margaret Atwood. La escritora estaba presente junto al equipo de la serie en el Teatro Microsoft de Los Ángeles. El equipo de la producción subió, y ya con todos sobre el escenario, y el productor de la serie Bruce Miller a punto de comenzar los discursos, Atwood se sumó a ellos, y todo el público se puso de pie. Sin duda ha sido uno de las escenas más emocionantes de la noche: la serie de HBO era la favorita para llevarse el galardón. 'El cuento de la criada' se publicó en 1985. Su historia retrata una sociedad distópica en un futuro cercano, donde el régimen suprime los derechos de las mujeres.
Tras cosechar adeptos y también críticas por su retrato de una sociedad totalitaria en la que las mujeres son utilizadas como herramienta reproductiva,, se llevó el premio gordo a casa: el Emmy a mejor serie dramática,convirtiéndose en la primera serie por streamingen obtener este reconocimiento. Pero no fue el único: también se llevó los galardones a mejor dirección (Reed Morano), mejor guion (Bruce Miller), mejor actriz principal (para la inolvidable Offred de Elisabeth Moss) y mejor actriz de reparto (para la Tía Lydia de Ann Dowd). Una gran satisfacción para el equipo, el reparto y la propia Atwood, que también estuvo presente anoche durante el discurso de agradecimiento, en el que el consenso fue que hay "muchas cosas por las que luchar".


John Lithgow ganó un Emmy por su papel de Winston Churchill en “The Crown”. "En estos tiempos tan locos" la vida de Churchill "aun como un hombre viejo nos recuerda cómo luce tener coraje y liderazgo en un gobierno", indicó.

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