Con humor y abundante
cantidad de imaginación, EL fotógrafo conceptual español, García de Marina
(Gijón 1975), que sigue los pasos y la escuela de Chema Madoz, de hacer
bodegones de objetos sencillos, crea ilusiones ingeniosas y entretenidas que
combinan objetos cotidianos en formas inesperadas. A través de sus ojos, los
dientes de un peine convertido de repente en las cerdas de una escoba y un par
de cucharas dobladas convierten en gafas de sol. Hablando acerca de su trabajo,
dice, "Son imágenes muy simples. Me tratan de crear imágenes que son
fáciles de entender y que ojalá no necesitan ningún tipo de explicaciones.
Quiero hacer un impacto, dar a mis televidentes una pequeña sorpresa. Espero que
van a investigar más y hacer más exámenes”
Su fotografía es
profundamente irreverente con lo real, busca transformar e imprimir nuevas
identidades a los objetos, se subleva ante lo obvio y repara en la grandeza de
lo cotidiano. La desnudez de su fotografía, deja todo el protagonismo a los
objetos que son despojados de su esencia para ser reinventados. Busca dar
emoción a un cubierto, a una cerilla o contar una historia, su propia historia,
con una cáscara de un huevo. El artista no realiza ninguna manipulación fotográfica
en las imágenes, sino que transforma los objetos creando escenarios y busca la
mejor perspectiva para fotografiarlos. Desde el minimalismo, la creatividad de
su mirada reivindica otra realidad. Desde la observación podemos crear, desde
la imaginación podemos innovar.
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