50 años de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band
El álbum, que vio la luz el 1 de junio de 1967 y que es considerado por muchos como uno de los discos más famosos e influyentes de todos los tiempos, ha sido mezclado de nuevo con sonido mejorado y contará con grabaciones inéditas de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr. El octavo álbum de estudio de los Beatles viene acompañado de una gráfica llena de detalles. Fotos de celebridades, objetos raros y un vestuario acorde demuestran el gran esfuerzo de producción que significo llevarlo a cabo.
Sgt. Pepper's Lonely
Hearts Club Band, obra básica en la escena emergente del rock psicodélico de la
década de 1960, lideró durante 27 semanas la lista de éxitos en el Reino Unido
y pasó otras 15 en lo más alto de las listas estadounidenses. Con más de 32 millones
de copias vendidas en todo el mundo y cuatro premios Grammy, incluido el de
mejor álbum del año, este disco de The Beatles marcó rotundamente un antes y un
después en el panorama musical de la época.
Tras
la tumultuosa gira por Estados Unidos decidieron dejar las actuaciones en vivo.
Debido a esto Paul McCartney tuvo la
idea que daría forma a este disco: ya que estaban cansados de lo que la gente
pensaba de los Beatles, compondrían el nuevo álbum en torno a una banda
ficticia, la del Sgt. Pepper, nuevo nombre, nueva identidad, hacer un álbum
desde un punto de vista diferente. Inspirado por Pet Sounds de Beach Boys, el
nuevo disco abordaría una temática conceptual y experimental. Con 5 meses de
trabajo, 700 horas de grabación y un costo aproximado de £50000, bastante más
que las 13 horas y £400 que costo Please, Please Me, se desarrolló la idea.
El nombre resultó de una broma entre el
parecido fonético de esas palabras con salt and pepper (sal y pimienta). Su
Sgt. Pepper’s... se convirtió en uno de los
primeros álbumes conceptuales de la historia, en el que las canciones siguen
una a la otra sin detenerse, creando un universo paralelo que comienza
desde que vemos la portada y termina con el último acorde de A Day in the Life,
la canción final del disco, en la que el sonido va apagándose poco a poco para
crear esa sensación de vuelta al mundo real.
Incursionaron en
novedosas técnicas de grabación y composición promovidas por la movida
experimental y psicodélica de la época utilizando un método llamado “reducción de
mezclas”, este se basaba en grabar cuatro pistas para luego mezclar nuevamente
en una de las cuatro pistas de una segunda grabadora. Esto les brindó la
posibilidad de llevar al límite el concepto del rock. Grandes orquestaciones,
instrumentos hindúes, grabaciones tocadas al revés, sonidos de animales, rock,
music hall, baladas, jazz y hasta música oriental se mezclan magistralmente en
Sgt. Pepper.
Para
el diseño, en un principio los
encargados del trabajo fueron un grupo de artistas neerlandeses conocidos como
The Fool. El resultado no convenció a nadie ya que esperaban algo más que una
pieza de arte psicodélico. Decidieron encargar la supervisión del diseño del
álbum a Robert Fraser. Este asigna a
Peter Blake, Jan Haworth y al fotógrafo Michael
Cooper la realización artística basándose en un boceto realizado por Paul donde mostraban a una banda municipal en un
estrado al final de su concierto.
El
concepto también contemplaba incluir
personalidades importantes que demuestren la relevancia del disco. Para
Paul el disco era muy especial y debía tener una caratula igual de especial.
Seleccionaron unos 50 personajes, algunos famosos y otros ficticios, para
formar parte de la portada. George quería gurus, Ringo no demostraba
preferencia alguna, mientras que John sugirió, entre otros, que se incluyan a
Jesus, Gandhi y Hitler. Estos fueron rechazados por EMI por considerarlos
demasiado polémicos. Jann Haworth, la esposa de Blake, confirmo luego que entre
ella y su marido eligieron más de la mitad de los personajes ya que los
miembros no habían presentados los suficientes. La autorización para el uso de
las imágenes de algunas figuras fue parte de una tediosa negociación en la que
algunos quedaron fuera por presentar demasiados problemas al momento de
permitir su reproducción.
A punto de cumplir sus
primeros 50 años de su lanzamiento aún es considerado por las encuestas y
críticos de todo el mundo como el mejor álbum de Rock. Parte de este éxito
también le debe a su presentación gráfica que, así como el audio del álbum lo
hizo en su campo, revoluciono la forma de ver la música.
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