lunes, 12 de agosto de 2019

LEER, COMER, BEBER. AGOSTO 2019


LEER, COMER, BEBER. AGOSTO 2019 



LOS FELICES DÍAS DEL VERANO
PARA LEER:
Los felices días del verano de Fulco di Verdura


Hay tantas clasificaciones de libros que el lector a veces se marea y considera recomendable jugar un poco al azar y comprobar qué tal resulta. Pero también es cierto que algunos libros se degustan mejor si guardan relación con un viaje que recorrerá las calles por donde deambulan los personajes del texto o viven los placeres de la cercanía del mar, una comida al aire libre y esa sensación de libertad que otorgan la infancia y la llegada del verano.

La editorial Errata Naturae publicó en mayo de 2019 Los felices días del verano con una portada sugerente y guardando las memorias de Fulco di Verdura. El autor, un aristócrata siciliano, que vive en una inmensa casa Villa Niscendi, cercana a Palermo escribió estas memorias de infancia en los últimos años de su vida muy alejado de sus días de frutas frescas en la isla italiana. Por aquel entonces vivía en Londres. Fue la ciudad que eligió para vivir retirado.


La familia de Fulco, emparentada con los Lampedusa, gira en torno a la nonna. Él, su hermana y su madre viven en una villa con jardín inglés e incluso tiene acceso privado al parque La favorita. El libro no solo habla del verano, también recoge anécdotas de las fiestas de  disfraces, la Semana Santa, la Navidad. El autor describe la casa pasando por todas las habitaciones, las terrazas, los jardines para posteriormente ir presentando a la familia. Fulco es un niño travieso. Es educado en casa y su salida de ella para ir a una escuela de Palermo, supone un vuelco en su corazón. Sus vecinos, los animales que poseen, incluso el camello que hizo traer su padre supone un relato divertido




Fulco, había crecido en un ambiente de gustos familiares por los viajes por Europa, especialmente París. Con siete años fue por primera vez a la ópera y sus recuerdos, por ejemplo del día de todos los santos, con un estilo de vida a la italiana, le proporcionó un arsenal de color y de aspiraciones a crear cosas bellas. Así, fue presentado a Coco Chanel y ella lo reclutó para su empresa en París, haciéndolo diseñador de joyas. La misma Coco fue fotografiada con un brazalete con la cruz de Malta. Pero Fulco, decidió probar suerte en EEUU y allí montó un pequeña joyería en Manhattan, su éxito fue rotundo. Las actrices y las damas de la alta sociedad frecuentaban el pequeño local y lucían sus creaciones, tanto en el cine, como en sus salidas privadas. Finalmente, Fulco se trasladó en los últimos años de su vida a Londres, donde se inició el camino hacia los felices días de su infancia. 

PARA COMER:
Spaghetti alle sarde ( Espaguetis con sardinas)

Un plato típicamente siciliano que un día comen en familia en las memorias de Fulco di

Verdura. Es un plato propio de Palermo, sin embargo en Ortigia hay un restaurante llamado A tabola que no desmerece las cocinas de la capital. Se puede acompañar con un mezcla de pan rallado, pimentón y sal, que ellos denominan" il formarggo dei poveri", que resulta muy sabroso y alejado del sabor a parmesano que inunda muchos platos italiano.

PARA BEBER:


En esta ocasión no vamos a acompañar la lectura con vino, sino con  una bebida fresca y absolutamente sabrosa," la zuppa di mandorla"(sopa de almendras). En la isla de Sicilia abundan los postres con pistachos y almendras. De los primeros, es muy frecuente encontrar los famosos canutillos, sin embargo si queremos seguir a Fulco en sus días de verano, recomiendo esta bebida. En Noto, se encuentra una cafetería milenaria, El Caffé Sicilia. Es famoso por los granizados y por la sopa de almendras. Un sabor dulce para abandonar los días felices en Sicilia.

 Por Almudena Fernández Asensio.

FELICES DÍAS DE VERANO


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