lunes, 13 de marzo de 2017

LEANDRO ERLICH TRAMPANTOJO.


 El Espacio Fundación Telefónica (Madrid)  dedica  una exposición  a Leandro Erlich (Buenos Aires, 1973). 'Certezas efímeras' reúne dos de las instalaciones más representativas de uno de los artistas visuales argentinos con mayor proyección internacional: 'Nido de las nubes' y 'Changing Rooms'.




Erlich utiliza en su obra lo cotidiano para generar experiencias inmersivas que alteran la percepción de lo real y, a través de la ilusión óptica y de juegos de reflejos, crea un espacio que rompe esquemas y abre una multitud de vías de interpretación. “Para mí, trabajar con la percepción siempre ha sido parte de un lenguaje que se vincula con la capacidad que tenemos de comprender las cosas, no solamente el arte, sino el mundo”.
El arte del argentino Leandro Erlich es de esos que te deja sin palabras. Sus instalaciones se convierten en un continuo cuestionamiento de la realidad cotidiana y de sus límites a través de efectos ópticos y otro tipo de simulaciones en las que manipula espacios y situaciones, conformando su propia realidad, transformando el trampantojo barroco en complejas arquitecturas. Como frecuentemente las obras de Erlich exigen la interacción del público, que tiene que entrar dentro de la obra e interaccionar con ella, es como si entraras en una nueva realidad con unas reglas completamente distintas. Así consigue Erlich que el público quede completamente integrado dentro de su obra.

En la obra de Leandro Erlich priman, a pesar de la diversidad de formatos, unas claves, estrategias e influencias que definen su trabajo. Se encuentra relacionada con los procesos y formas de expresión propias de la arquitectura .Por ejemplo, se produce un dominio de los usos del espacio y la reflexión en torno a su conceptualización. Por otro lado, el artista construye escenas y lugares, pero a la vez paradojas visuales, un recurso que le ha llevado a ser conocido como el “arquitecto de lo incierto”: en sus obras hay un truco que el visitante tiene que descubrir.

Changing Rooms propone al espectador la experiencia de adentrarse en una especie de laberinto mágico en el que falsos espejos ofrecen la imagen de otros espectadores donde uno esperaría encontrarse a sí mismo. Es, según Erlich, “una situación que nos remite a un espacio cotidiano que se transforma en otra cosa. Es una obra que involucra al público físicamente, que tiene que interactuar, participar” -



Una de las obras más increíbles de Erlich es Swimming Pool, instalada de forma permanente en el 21st Century Museum or Art en Kanzawa, Japón. Se trata de una piscina aparentemente normal, llena de agua, pero si miramos dentro veremos que en el fondo hay personas completamente vestidas caminando con total normalidad. Efectivamente, el público puede entrar dentro de la piscina bajando por una escalerilla habilitada para tal efecto y pasear por el fondo manteniéndose totalmente seco. Al levantar la vista el efecto de la visión borrosa es completo. El truco, una vez más, no tiene mucho misterio: existe una lámina de vidrio sobre la que circula en agua en la parte superior de la piscina.

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