El Espacio Fundación Telefónica (Madrid) dedica una exposición a Leandro Erlich (Buenos Aires, 1973). 'Certezas efímeras' reúne dos de las instalaciones más representativas de uno de los artistas visuales argentinos con mayor proyección internacional: 'Nido de las nubes' y 'Changing Rooms'.
Erlich utiliza en su
obra lo cotidiano para generar experiencias inmersivas que alteran la
percepción de lo real y, a través de la ilusión óptica y de juegos de reflejos,
crea un espacio que rompe esquemas y abre una multitud de vías de
interpretación. “Para mí, trabajar con la percepción siempre ha sido parte de un
lenguaje que se vincula con la capacidad que tenemos de comprender las cosas,
no solamente el arte, sino el mundo”.
El arte del argentino Leandro Erlich es de esos que te deja sin
palabras. Sus instalaciones se convierten en un continuo cuestionamiento de la realidad cotidiana y de sus
límites a través de efectos ópticos y otro tipo de simulaciones en las que
manipula espacios y situaciones, conformando su propia realidad, transformando
el trampantojo barroco en complejas arquitecturas. Como frecuentemente las
obras de Erlich exigen la interacción del público, que tiene que entrar dentro
de la obra e interaccionar con ella, es como si entraras en una nueva realidad
con unas reglas completamente distintas. Así consigue Erlich que el público
quede completamente integrado dentro de su obra.
En la obra de Leandro Erlich priman, a pesar de la diversidad de
formatos, unas claves, estrategias e influencias que definen su trabajo. Se
encuentra relacionada con los procesos y formas de expresión propias de la
arquitectura .Por ejemplo, se produce un dominio de los usos del espacio y la
reflexión en torno a su conceptualización. Por otro lado, el artista construye
escenas y lugares, pero a la vez paradojas visuales, un recurso que le ha
llevado a ser conocido como el “arquitecto de lo incierto”: en sus obras hay un
truco que el visitante tiene que descubrir.
Changing Rooms propone al espectador la experiencia de adentrarse
en una especie de laberinto mágico en el que falsos espejos ofrecen la imagen
de otros espectadores donde uno esperaría encontrarse a sí mismo. Es, según
Erlich, “una situación que nos remite a un espacio cotidiano que se transforma
en otra cosa. Es una obra que involucra al público físicamente, que tiene que
interactuar, participar” -
Una de las obras más increíbles de Erlich es Swimming Pool,
instalada de forma permanente en el 21st Century Museum or Art en Kanzawa,
Japón. Se trata de una piscina aparentemente normal, llena de agua, pero si
miramos dentro veremos que en el fondo hay personas completamente vestidas
caminando con total normalidad. Efectivamente, el público puede entrar dentro
de la piscina bajando por una escalerilla habilitada para tal efecto y pasear
por el fondo manteniéndose totalmente seco. Al levantar la vista el efecto de
la visión borrosa es completo. El truco, una vez más, no tiene mucho misterio:
existe una lámina de vidrio sobre la que circula en agua en la parte superior
de la piscina.
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