La polémica entre la literatura, concebida como un arte, y el cine,
calificado de espectáculo, es igual de antigua que la primera adaptación
realizada en cine, es decir, igual de vieja que el propio cine.
De alguna manera, estas dos disciplinas tienen un mismo objetivo:
contar historias, y uno de sus elementos básicos ha sido el mismo: la palabra.
A través de los años, hemos sido testigos de múltiples cintas, que
basadas en grandes obras de la literatura, han evidenciado la difícil tarea de
representar para la pantalla, las imágenes literarias; esto sin duda, ha
resultado en aciertos y decepciones, sin embargo, resulta primordial reconocer,
que si bien son dos medios distintos, esto no los hace incompatibles, sino
complementarios.
Cine y literatura está íntimamente unidas y condenadas a
encontrarse. El cine ha recibido de la literatura relatos, argumentos, formas y
estilos. La literatura, en todo el último siglo, va recibiendo del cine diferentes
modos de mirar, una concepción narrativa distinta, que acomoda en los autores
literarios, en ocasiones, su mirada y su estilo.
Dura, honesta y cargada de una lucidez pesimista, esta es una de
las mejores y más influyentes novelas del siglo XX. Escrita por Camilo José Cela a mediados de los años cuarenta y
publicada en España en 1951, La colmena retrata a través de múltiples tramas y
personajes la vida cotidiana, las ilusiones y las miserias de una ciudad,
Madrid, azotada por la desoladora realidad de la posguerra. Precisamente su
carácter coral, sin un único protagonista, fue el mayor reto de Mario Camus al
convertirla en película 30 años más tarde. Por eso el director se rodeó de los
mejores actores de la época y, probablemente por eso también, su Colmena ganó
el Oso de Oro en el Festival de Berlín. Aquí novela gana a película, pero por
muy poco.
Dos años más tarde, Mario Camus llevó también al cine Los santos
inocentes, de Miguel Delibes. De nuevo una novela fundamental, una de las
mejores que se haya escrito nunca. Crudísimo retrato de la España de la
dictadura en los “emergentes” años sesenta, la novela nos traslada a una finca
extremeña y relata las crueldades y penurias que sufre una humilde familia de
campesinos a manos del señorito del cortijo. Crítica poderosa a un sistema que
favorecía la desigualdad social y el caciquismo, la película consiguió capturar
perfectamente el tono y la dureza de la novela y elevar a los personajes
gracias al trabajo de dos actores, Alfredo Landa y Paco Rabal, premiados por
sus interpretaciones en el Festival de Cine de Cannes. Empate técnico entre
película y novela.
La Guerra Civil española es un tema recurrente en el cine y la
literatura, pero es posible que nadie lo haya tratado de forma tan sutil y
emocionante en los últimos años como el Javier Cercas de Soldados de Salamina.
La novela, a medio camino entre el ensayo y la ficción, se acerca a la
milagrosa salvación del escritor Rafael Sánchez Mazas momentos antes de su
fusilamiento. La posterior película de David Trueba fue excelentemente recibida
por público y crítica a pesar de sus discutibles variaciones sobre el original.
Aquí, por poco, se impone el cine.
LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS
Sin salir de la Guerra Civil, pero cambiando de género (esta vez no
es novela, sino cuento), La lengua de las mariposas, de Manuel Rivas, un
magnífico relato que dibuja la amistad entre un niño y el maestro de su
escuela, un hombre valiente y entrañable que se pone en peligro por amor a sus
principios y lealtad a sus alumnos. El veterano José Luis Cuerda sacó toda su
humanidad para dar luz, voz y calor a este relato, convirtiéndolo en una
película magnífica y conmovedora, en un exponente incontestable del mejor cine
español. ¿Película o relato? Película.
No podíamos dejar fuera de esta selección al escritor del best
seller español por antonomasia, Arturo Pérez Reverte, y la serie de novelas que
dieron lugar a la película. La película de Díaz Yanes intentó concentrar varias
de las novelas en un solo guion, y lo hizo con muchos medios, pero con poco
acierto, consiguiendo una película espectacular, pero confusa y, a ratos,
aburrida. Un pecado imperdonable que no arreglaba ni aquel esforzado Viggo
Mortensen dando vida a un capitán que no le llegaba a los talones a ese
justiciero invencible que todos imaginamos frente a las páginas de la novela.
BELTENEBROS
Película dirigida por Pilar Miró con Terence Stamp, Patsy Kensit,
José Luis Gómez, Año 1962. En la oscura posguerra española, Darman es un inglés
que viaja a Madrid con la misión de matar a un topo infiltrado. Aparente
adaptación de la exitosa novela de Antonio Muñoz Molina, que se limita a una
ilustración eficaz pero no muy sugerente del texto. Algunas de sus soluciones
visualizan con talento lo que en el libro era un simple apunte, pero al
conjunto le falta poder de fascinación. Pese a sus limitaciones, posee un
acabado impecable, lo cual ya es bastante en los tiempos que corren.
Dirigida por Bigas Luna, con
Fernando Guillén Cuervo, Francesca Neri
y Javier Bardem. Adaptación de la famosa
novela de Almudena Grandes, en la que se propone un complejo juego dramático
con el erotismo como constante referente. La capacidad para la fabulación
morbosa de que siempre ha hecho gala Bigas Luna brilla en esta ocasión por su
ausencia. Todo se reduce a la plana y gris ilustración de una historia cuyos entresijos
quedan sumidos en la confusión.
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