Una vez concluye la ceremonia de los
Premios Oscar y los premiados pasan a retratarse con su estatuilla, los
invitados de la gala sienten la llamada de la fiesta. Esta es, año tras año, la
organizada por Vanity Fairse lleva la palma por el glamour de sus invitados,
pero sin olvidar la fiesta del Gobernador de Los Ángeles, o la que organiza Elton
John para la recogida de fondos contra el SIDA. Es momento de celebrar el cine,
bailar hasta altas horas de la madrugada..
Las que han tenido la oportunidad de
asistir al teatro optan por cambiar de vestuario de forma radical por uno que
suele mejorar a la primera de las opciones (véase el caso de las ganadoras Brie
Larson y Alicia Vikander) aunque también están las que continúan en la línea
iniciada al comienzo de la noche (como es el caso de Rachel McAdams) o las que
directamente llegan hasta el final de ésta con su mismo look.
Cuando todavía no había terminado la entrega de los Premios Oscar 2016, ya se dejaba ver en la alfombra bicolor de la fiesta de Vanity Fair la actriz Jessica Alba y muchos otros rostros del cine, de la moda y de la música. Pero lo mejor que nos dejan las fiestas 'post Oscar' son, indudablemente, las imágenes de quienes se quedaron fuera del gram evento del cine. Modelos, cantantes y actrices que son capaces de animar cualquier 'red carpet' por muy aburrida que sea. Desde Taylor Swift, entregada a los grandes escotes y amplias aberturas tras los Grammy; hasta una siempre sorprendente Diane Kruger; pasando por jóvenes promesas como Hailee Steinfeld o Lilly Collins, e incluso aplaudidas parejas como la formada por Jessica Biel y Justin Timberlarke.
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