domingo, 24 de julio de 2016

JASON BOURNE.


El caso Bourne (2002), la primera entrega de la serie inspirada en las novelas de Robert Ludlum, es un  personaje tan impenetrable emocionalmente como Jason Bourne, el espía que se descubrió sin identidad.  En El mito de Bourne (2004), la segunda, el hermético agente rompió la nebulosa de la amnesia y tomó conciencia de lo que era: una máquina entrenada para matar y a la que alguien tenía mucho interés en aniquilar. Y en la tercera, El ultimátum de Bourne, estrenada en 2007 y hasta ahora la última interpretación de Damon del personaje, desvela el misterio: Bourne formó parte de un programa de la CIA que lo convirtió en un asesino legal y borró su anterior identidad. El héroe recupera la plena propiedad de su yo tras un buen reguero de cadáveres, explosiones y persecuciones por Cádiz incluido. Puro cine de acción. Y algo más. El encargado de dirigir las dos últimas entregas ha sido Paul Greengrass, maestro de la narración en tiempo real, y que vuelve a dirigir esta última entrega que se estrena el próximo día 29 de julio: Jason Bourne.
 Recordemos que tras el fiasco de 'El legado de Bourne' ('The Bourne Legacy') Universal Pictures consiguió recuperar a Damon y a Paul Greengrass, director de 'El mito de Bourne' ('The Bourne Supremacy') y 'El ultimátum de Bourne' ('The Bourne Ultimatum'), pero ahora Bourne está de vuelta con sus sellos habituales: persecuciones, dobles juegos y un periplo por todo el planeta, de Atenas a Las Vegas. La quinta entrega de la saga Bourne,  Matt Damon vuelve a la saga de películas de acción interpretando a Jason Bourne, y Julia Stiles también repite su papel en la franquicia como Nicky Parsons. Los nuevos actores que se suman al reparto protagonista son Alicia Vikander , Tommy Lee Jones  y Vincent Cassel. .

Jason Bourne  está empezando a recuperar su memoria, pero eso no significa que ahora el más letal agente de los cuerpos de élite de la CIA lo sepa todo. Han pasado ya doce años desde la última vez que Bourne tuviera que operar desde las sombras. Pero, ¿qué ha ocurrido desde entonces? Todavía le quedan muchos interrogantes por responder. En medio de un mundo convulso, azotado por la crisis económica, el colapso financiero y la guerra cibernética, diversas organizaciones secretas luchan por hacerse con el poder.

 En ese contexto de inestabilidad sin precedentes Jason Bourne vuelve a surgir de forma inesperada. Desde un lugar oscuro y torturado, este peculiar agente reanudará la búsqueda de respuestas sobre su pasado.




Si Bond era el héroe que usaba sin escrúpulos su licencia para matar, que se ligaba a las chicas que se le ponían a tiro, vestía esmoquin y conducía un Aston Martin por Montecarlo, Bourne es un solitario desprovisto de glamour, que arrastra en su conciencia cada muerte y que pierde el amor de su vida, Marie Kreutz (Franka Potente). En el momento en el que la asesinan "se da cuenta de que él ha estado haciendo daño a otros". Bourne supuso un verdadero soplo de aire fresco en cuanto a  las películas de espionaje  se refiere, recurriendo a una inusual y un tanto arriesgada fórmula que consistía en poner a una megaestrella de Hollywood como Matt Damon, con poca pinta de agente secreto implacable a las órdenes de  un director novato en este tipo de pelis y con un estilo muy europeo acorde con el carácter general de la historia, basada a su vez en una novela de Robert Ludlum. El resultado fue espectacular, Matt Damon clavó el personaje y se amoldó perfectamente, la dirección de Liman fue maravillosamente fresca e inusual para este tipo de películas y la historia resultó ser interesante, inteligente y con carácter realista a pesar de todo.
En El Mito de Bourne y “El ultimátum de Bourne” la fórmula se repite con otro director de corte europeo como es Paul Greengrass que muestra una dirección parecida a la de Liman pero mucho más vigorosa, con mucha cámara en mano, con planos de aspecto poco cuidado (con muy poca luz donde sólo se ven siluetas, sobre todo al principio de la peli), con la cámara siempre un paso por detrás de Bourne, es decir, Bourne siempre nos muestra el camino, nunca sabemos de antemano lo que va a hacer o por donde va a pasar.

 Greengrass y el guionista, Tony Gilroy,  declararon  que, con El ultimátum... terminan las andanzas del atribulado espía. Y el actor lo corrobora: "Dudo que haya otra entrega, aunque nunca se puede decir nunca jamás. Si Paul Greengrass quisiera dirigir otra película, entonces sí me vería haciéndolo. Pero no simplemente porque me pusieran en la mesa un montón de dinero. La historia ya se ha acabado en este punto. Bourne sabe quién es y sabe lo que ha hecho. Pero si surge un buen guión y Paul le entusiasma, lo haría". Aquí al igual que 007 “Nunca diga nunca jamas” el resultado es la cuarta entrega de Damon como Jason Bourne. 


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