La angula es
el alevín o cría de la anguila, que realiza largas migraciones para
reproducirse, desde las cabeceras de los ríos europeos hasta los lugares para
el desove en el mar. Algunos ejemplares
realizan un recorrido de más de 5000 km hasta el mar de los Sargazos, a lo
largo de dos o tres años para llegar allí desde Europa. En el recorrido no
necesitan alimentarse. Las anguilas pueden serpentear por tierra firme durante
varios kilómetros respirando a través de la piel.
Para los antiguos griegos, las anguilas eran seres extraordinarios que emanaban de las entrañas de la Tierra, como escribió Aristóteles en su 'Historia de los animales': "Ni son fruto de apareamiento ni son ovíparas, y nunca jamás ha sido capturada ninguna provista de líquido seminal ni de huevos". ¿Dónde nacían?
Para los antiguos griegos, las anguilas eran seres extraordinarios que emanaban de las entrañas de la Tierra, como escribió Aristóteles en su 'Historia de los animales': "Ni son fruto de apareamiento ni son ovíparas, y nunca jamás ha sido capturada ninguna provista de líquido seminal ni de huevos". ¿Dónde nacían?
La confusión obedecía a un ciclo
migratorio de hasta 16.000 kilómetros, sumando ida y vuelta, que no pudo ser
explicado hasta principios del siglo XX: las anguilas adultas viajan desde los
ríos europeos hasta el mar de los Sargazos, situado en el Atlántico al noreste
de las Bermudas, y allí desovan y mueren. Con posterioridad, las minúsculas crías
-las preciadas angulas- regresan a los territorios ocupados por sus ancestros,
sufren dos metamorfosis que les cambian el color, crecen y, finalmente,
reinician el ciclo de regreso hasta las aguas que las vieron nacer
En las primeras etapas de su nacimiento todas las angulas
son hembras, y con el tiempo algunas cambian de sexo. Son transparentes y poseen un tamaño de 5 a 6 cm.
Este año, al igual que los
precedentes, las angulas han marcado máximos históricos. Han sobrepasado el
techo psicológico de los 1.000 euros el kilo en vísperas de la Nochebuena.
Ahora, con la llegada del nuevo año, comienzan a descender nimiamente sin que
el consumidor a penas note esta rebaja. En cierta medida, si cotizara en bolsa
su valor, siempre estaría en alza.
Pero todo lo que su precio siempre roza lo exagerado y
desmedido, su sabor apenas logra seducir. Por él mismo es insípido y apenas
transmite una mínima enjundia que acredite tan merecida fama. Si lo
comparáramos con otros productos de su misma fama y reputación –como el caviar,
el jamón ibérico o el mismo foie– éstos sobrepasan en sensaciones y, por
supuesto, en calidad a la inmerecida fama de las angulas.
Desconozco por qué los gourmets más
avezados y los gastrónomos más curtidos encuentran en este alimento un objeto
de culto y un motivo de peregrinaje. Partimos de la base de que, para salvar su insipidez y
falta de sabor, los ingredientes que hay que añadir en su elaboración son los
que trasmiten en su totalidad el gusto. Lo que hace deleitoso este plato es el
resultado de elaborarlo con aceite, ajo
y guindillas.
Algunos valientes se atreven a
comprarlas para darse un capricho. Las angulas
son alevines de anguilas y solo se pueden pescar en determinadas épocas el año.
Su pesca es muy difícil y complicada, requiere un gran esfuerzo y se hace por
la noche que es cuando los alevines remontan los ríos y allí se pescan con unas
redes especiales bastante pequeñas, como un caza mariposas. Como habrás
podido deducir este tipo de pesca es totalmente artesanal y después de una
alarga y fatigosa noche tan solo se obtienen unos gramos de producto en el
mejor de los casos, muchas noches la pesca es nula. Por eso sus precios son tan
elevados y el producto es escaso, me refiero a las angulas de verdad no al surimi con forma de gusanito que eso no es más
que un sucedáneo barato que no tiene nada que ver con este manjar reservado a
muy pocos bolsillos. Al ser alevines de anguilas su pesca está muy
normalizada y muy controlada.
Un equipo europeo con destacada
participación española ha podido determinar por primera vez las rutas, las
pautas horarias, los depredadores y hasta la velocidad de los individuos
gracias al uso de animales equipados con transmisores, un trabajo que esperan
sirva para mejorar la gestión de la especie. Las minúsculas angulas, que cuando
llegan a la costa europea pesan menos de un gramo, trazan una de las
migraciones más extraordinarias del reino animal puesto que son capaces de
atravesar el Mediterráneo y remontar por el Danubio, al parecer, aunque es una
hipótesis controvertida, las anguilas y otros peces migratorios como el salmón
siguen la misma ruta y se orientan gracias a los campos magnéticos de la Tierra.
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