Dolores Flores Ruiz; Jerez de la Frontera, 21 de Enero 1922 - Madrid, 1995.Cantante y actriz española. Hija de un tabernero,
Lola demostró desde muy pequeña sus cualidades para el cante y el baile. Su
admiración por Pastora Imperio le llevó a seguir con sus inquietudes hasta que
conoció a Manolo Caracol, quien la tuvo en su compañía durante unos meses
cuando apenas contaba con quince años. Toda la familia estuvo un tiempo en
Sevilla hasta que recaló en Madrid, no sin antes conocer a otras figuras
importantes de la canción como Estrellita Castro o el maestro Manuel
López-Quiroga, quienes la animaron a seguir con su carrera.
Cine y canción iban a ser los pilares sobre los que se asentaría la carrera artística de Lola tras la contienda civil. Su primera película fue Martingala (1940), interpretando a una gitana. Su sueldo fue de 12.000 pesetas, algo nunca imaginado por ella. Durante los años cuarenta realizó una serie de giras por diversas provincias españolas, su canción más importante de aquella etapa fue “El lerele”, que pasado los años se convirtió en un gran éxito.
Con Cayetana de Alba |
En la vida de Lola Flores no existe límite entró la verdad y la fantasía. Su historia es tan hermosa como, a menudo, inverosímil. Cuentan que tuvo una legión de amantes, que ganó dinero a espuertas, que guardaba sus ahorros en una bolsa de plástico de El Corte Inglés, que pidió un duro a todos los españoles para solucionar sus problemas con Hacienda, que Churchill aseguraba que era la mejor artista que jamás había visto...Ella, a menudo, ni confirmaba ni desmentía. Y, a medida que su leyenda crecía, aumentaba el poderío de sus nombres artísticos: Lola de España, La Niña de Fuego, La Faraona... En cualquier caso, como dice el proverbio italiano, Se non è vero, è ben trovato.
Sin embargo, no contenta con deambular de una ciudad a otra o ir de pueblo en pueblo, decidió montar su propia compañía con la ayuda de uno de sus primeros acompañantes. Para su proyecto (espectáculo que llamó Zambra) contrató a Manolo Caracol, iniciando una de sus etapas más fructíferas y populares, además de vivir un apasionado y turbulento romance.
Sin embargo, no contenta con deambular de una ciudad a otra o ir de pueblo en pueblo, decidió montar su propia compañía con la ayuda de uno de sus primeros acompañantes. Para su proyecto (espectáculo que llamó Zambra) contrató a Manolo Caracol, iniciando una de sus etapas más fructíferas y populares, además de vivir un apasionado y turbulento romance.
El romance duró ocho años vertiginosos para alegría de los aficionados y desgracia de la familia del cantaor. De aquella relación quedaron coplas tan conocidas como La zarzamora y dos películas: Embrujo y La niña de la venta. Lola ya era conocida en el extranjero. Su repertorio aumentaba sin descanso y comenzó a grabar discos y a consolidar su carrera. “La zarzamora” fue una de sus canciones más emblemáticas de la época. Declaró en una ocasión Lola. "Con él conocí las mejores corridas de toros, los mejores hoteles, los mejores artistas". En 1951, Lola se despedía de Caracol rumbo a América.
Cesáreo González, uno de los peces gordos del cine español, le había ofrecido un
tentador contrato: seis millones de pesetas para rodar seis películas en dos
años. Una cantidad suficiente para recuperarse de los sinsabores de la ruptura.
Diseñó largas giras por países americanos, en alguno de los cuales rodó alguna
película. Fueron años de coproducciones con México, país con el que estableció
un fuerte vínculo artístico alcanzando una popularidad sorprendente, tanto que
después de rodar La Faraona (1955),
de René Cardona, se quedó con ese nombre para siempre; también años de trabajo
intenso en los que siguió combinando su interpretación cinematográfica con los
espectáculos en los que cantaba muestras de su nuevo repertorio. Cuentan que, en pleno vuelo a, Nueva York, su
madre pidió permiso al comandante del avión para hacer un guiso.
LOLA FLORES - AUDREY HEPBURN - ELIOBERHANYER. |
Con Gary Cooper |
Frank Sinatra y Ava Gadner con Lola |
En 1957, la artista se casó
en el monasterio del Escorial con Antonio
González, El Pescaílla, creador de la rumba catalana. "Cuando me casé
con él, cogía el cielo con las manos. Era un artista muy bueno, era guapísimo,
pero no tenía más que la guitarra y me casé con él. Fui muy feliz y estaré con
él hasta que me muera", comentaba. La Faraona tuvo tres hijos con El
Pescaílla: Lolita, Antonio y Rosario. Tres "monstruos", como los
llamaba su madre, dedicados a la música.
Desde El balcón de la luna
(1962), sus apariciones cinematográficas
se fueron espaciando más en el tiempo, dedicándolo a sus espectáculos
teatrales. Su único premio en cine se lo concedió el Sindicato Nacional del
Espectáculo por su trabajo en Una señora estupenda (1967).
La bendición popular de que
gozaba se extendía hasta Franco. Casi todos los 18 de julio, Lola actuaba para
el general en el palacio de La Granja. Semejante simpatía le costó cara. Tras
la muerte del dictador, la artista tuvo que reivindicar que ella no era de nada
ni de nadie, excepto de España. Lola de
España.
Después intervino en títulos tan dispares como
Trúhanes (1983), de Miguel Hermoso, o Juana la Loca... de vez en cuando (1983),
una parodia histórica disparatada. También trabajó en la serie de televisión
Juncal (1989), de Jaime de Armiñán, al lado de Francisco Rabal, y Carlos Saura
recogió su arte en el mediometraje Sevillanas (1992). En 1994 recibió la
Medalla de Oro al Mérito del Trabajo, un nuevo premio que se unía al Lazo de
Isabel la Católica
Si me queréis irrrse |
Como siempre, Lola superó
las crisis a base de trabajo. En 1990, le rindieron homenaje en Miami Julio
Iglesias, Celia Cruz, Rocío Jurado, José Luis Rodríguez, El Puma, y su hija
Lolita. En los últimos años participó en la película Sevillanas, de Carlos
Saura, y en dos programas para televisión: Sabor a Lolas y Ay, Lola, Lolita,
Lola.
Pocas personas sospechaban
que, a pesar de esta febril actividad, Lola padecía cáncer. El primer bulto en
el pecho se lo detectaron hace 25 años. Era un cáncer de mama.
"He sufrido mucho,
pero ésta es la primera vez que le he pedido a Dios que me lleve con él",
declaraba en una entrevista a El País.
Lola no se asustaba ante la muerte. Estaba segura de que alguien como ella era
eterna. "Aunque yo muera, seguiré viva. Hay vídeos en los que podrán
verme".
Raza, pasión, fuerza,
poder, arte… Muchos son los adjetivos que pueden definirla, aunque como las
buenas estrellas ella era inmortal. .
Lola se fue, pero quedaron
decenas de películas, programas, entrevistas, frases para siempre y sobre todo
coplas que todos recordamos y que forman
parte de la banda sonora de nuestras vidas.
Ella era especial. Ella era
la niña de fuego, la Faraona, la Loa de España, que tantas veces cantó y bailó.
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