Gustav Klimt fue un pintor
simbolista austríaco, representante del denominado art nouveau , con un estilo personal muy ornamentado.
Encontró en el desnudo femenino una de sus más recurrentes fuentes de
inspiración, sus obras están dotadas de una intensa dosis de erotismo y
sensualidad.
La llamada ‘fase dorada’ de Gustav Klimt ha producido algunas de las obras más emblemáticas -y más reproducidas- de la historia del arte. Su particular visión de la vida y la muerte y su particular simbolismo le han convertido en uno de los pintores más característicos e inimitables del modernismo.
Inge Prader es una fotógrafa austríaca que participa en una campaña benéfica que recauda fondos para ayudar a la lucha contra el Sida, esta campaña se llama “Life Ball” y se organiza anualmente en el interior del Ayuntamiento de Viena, como muestra del compromiso que la capital austríaca ha adquirido en la lucha por erradicar esta enfermedad.
La fotógrafa Inge Prader da vida a los cuadros de Klimt a través de modelos que representan las pinturas del artista austriaco, en una iniciativa, que como hemos dicho, pretende recaudar fondos para la lucha contra el SIDA.
El ambicioso trabajo, tiene como resultado una serie de imágenes cuidadas al milímetro, que consiguen plasmar en tres dimensiones la luz y la oscuridad de un artista obsesionado con la feminidad, el desnudo y el oro
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