Aprovechando el puente nos fuimos a ver la última película de Seteven Spielberg "El puente de los espías". Nos sorprendió gratamente la gran afluencia de público en todas las salas del cine en Ceuta y, tras esperar una pequeña cola, nos dispusimos a disfrutar de esta afamada película.
En este film, Tom Hanks interpreta a un hombre íntegro, con unos principio morales muy fuertes y con un gran sentido de la justicia, nos recuerda a veces al personaje de Aticus Finch en "Matar a un ruiseñor". Realiza una interpretación sobria, parece un hombre normal, con apariencia de persona de orden. Es un abogado correoso, ciudadano modélico, buen padre y esposo, al que el departamento de Estado le exige la defensa judicial, para guardar las formas, de un espía ruso cuya sentencia está firmada antes del juicio. Spielberg cuenta muy bien la historia de este hombre bueno y la empatía que se establece entre él y su defendido, exponiéndose a la ira pública contra un norteamericano que defiende a un comunista. Y le seguirán requiriendo como mediador en los intercambios de espías en ese gélido Berlín en el que acaban de levantar el infame Muro.
Esta no es una película tradicional de espías, no posee las características del género: negrura, acción continua, turbiedad moral, sangre, venganza, villanos complejos. Ni adopta la invariable postura moral del viejo cine estadounidense en la época de la Guerra Fría describiendo a los espías norteamericanos como ángeles y a los rusos como satánicos. Tiene algunos toques de humor debidos a la intervención como guionistas de los hermanos Ethan y Joel Cohen.
No obstante, la verdadera estrella de ‘El Puente de los Espías’ no es la magnífica interpretación de Hanks y tampoco el intachable trabajo de dirección de Spielberg, sino la extraordinaria actuación de Mark Rylance, ya que logra adueñarse de todas las escenas en las que hace acto de presencia –atención por ejemplo a la de su arresto-, y lo hace optando por una fría precisión que podría haberse vuelto en su contra al restarle cualquier ápice de humanidad, pero Rylance logra impedirlo –ya sólo con sus preguntas sobre si ayudaría una reacción más emocional ante la dura situación a la que se enfrenta- y hacer que realmente nos interese lo que sea de él, quedando completamente de lado el hecho de que sea un espía ruso, es decir, el supuesto enemigo.
Spielberg transporta al espectador a la Guerra Fría para contar la aventura de un héroe improbable, un hombre recto que luchó por lo que creía, que no se dejó arrastrar por las masas dominadas por el miedo.
"El puente de los espías" se basa en la asombrosa historia real de James B. Donovan, abogado de una empresa de seguros que, inesperadamente, es empujado a jugar un papel crucial en el tenso enfrentamiento entre Estados Unidos y la URSS que pudo desembocar en una III Guerra Mundial.
By Yola
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