Aprender a nombrar con precisión es un primer paso para integrar
cuanto sentimos y cuanto nos rodea. Por eso, porque el rigor léxico es
esencial, en este año en el que tantos millones de personas han tenido que
abandonar su hogar y su país, la
Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) ha elegido refugiado palabra del
año 2015.
Esta decisión no solo viene determinada por remitir a un drama estremecedor que ha sacudido nuestras conciencias, sino también, ciñéndose al ámbito que nos compete, por las dudas terminológicas asociadas a este sustantivo.
¿Es lo mismo un inmigrante que un refugiado? , ¿Tienen la misma consideración desde el punto de vista del derecho internacional?
El Diccionario de la lengua española, de la Academia, señala que inmigrante es ‘aquel que llega a un país extranjero para radicarse en él o quien, dentro de su propio país, se instala en un lugar distinto de donde vivía en busca de mejores medios de vida’; refugiado, en cambio, es la ‘persona que, a consecuencia de guerras, revoluciones o persecuciones políticas, se ve obligada a buscar refugio fuera de su país’.
En suma, así como el miedo no es tristeza y la rabia no es frustración, tampoco ha de confundirse a refugiados, migrantes, desplazados internos y expatriados, la Fundéu BBVA quiere contribuir a que pongamos nombres apropiados a las distintas realidades de tantas y tantas personas que se ven obligadas a dejar sus hogares. No es juego de niños. Y es crucial lo que está en juego.
Las imágenes de centenares de miles de personas huyendo de la guerra en Siria y de otros países de Asia en busca de un futuro mejor en Europa han sido constantes a lo largo de 2015. Estos dramas e historias personales han motivado que la palabra "refugiado" sea la elegida del año 2015 para la Fundación del Español Urgente (Fundéu), promovida por la agencia EFE y el BBVA.
Es la tercera vez que la Fundéu elige un término que haya
protagonizado el año. "Refugiado" fue seleccionada entre unas 200
candidatas surgidas de las recomendaciones que a diario hace la Fundéu
"para periodistas y todos los interesados en el buen uso del
español", ha declarado por teléfono Javier Lascurain, coordinador general
de la Fundéu. Tras elegir "escrache" en 2013 y "selfi" (sin
e final), en 2014, el equipo de la fundación ha optado por
"refugiado", un término que no es nuevo pero que ha marcado la
actualidad informativa del año.
La fundación cree que "refugiado" cumple las condiciones
para ser palabra del año: "Ha estado en las noticias y en las
conversaciones, tiene cierto interés desde el punto de vista lingüístico y es
un término común a todo el ámbito hispanohablante.
ZASCA ha disputado el
título a "refugiado" por su gran popularidad. "Es una
interjección que se ha convertido en sustantivo pero es usada en España, y hay
que tener en cuenta que nueve de cada 10 hispanohablantes no son
españoles", señaló.
Esta expresión -¡zasca!- ha sido la última adquisición del sector
de la población más juvenil y no sabemos si ha llegado para quedarse, pero en
la actualidad forma parte del lenguaje básico de muchos chavales y de ahí ha
dado el salto incluso a los medios de comunicación de masas. La televisión y
las redes sociales han convertido en este término en uno de los preferidos por
la gente joven para intentar dar un corte a alguien o para indicar sorpresa.
¿De dónde viene?
“Zasca” es una palabra que
no existe como tal en el diccionario, pero sí “zas”, que el Diccionario de la
Real Academia define como una onomatopeya “para imitar el sonido que hace un
golpe, o el golpe mismo”. Y eso es lo que viene a significar “zasca”: como si
te dieran un tortazo figurado, para dar un corte a alguien o avergonzarlo.
También se utiliza para resaltar un hecho sorprendente e inesperado.
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