Cada cuatro años cuando llega las Olimpiadas nos detenemos sin ningún rubor a ver pruebas de gimnasia rítmica, natación sincronizada, atletismo voley-playa; sufrimos con el balonmano femenino y disfrutamos con los éxitos de Mireia Belmonte o el equipo de waterpolo femenino, donde juega una ceutí. El periódico AS organiza el premio a los mejores deportistas del año, dejemos que el Cholo vaya "paso a paso" o Marc Marquez sigua corriendo. Mireia entrena al día más de 5 horas diarias y su sueldo no llega a los ingresos de un jugador de 2ºB; sin embargo sus éxitos están en el Top-ten, más de la mitad de la selección de waterpolo tiene que emigrar (como muchos españoles) para buscarse la vida.
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