La batalla de Waterloo fue un combate librado entre el ejército
francés comandado por el emperador Napoleón
Bonaparte y las tropas británicas, holandesas y alemanas dirigidas por el duque de Wellington (Arthur Wellesley) y
el ejército prusiano del mariscal de campo von Blücher, cerca de la localidad
de Waterloo (Bélgica), el 18 de junio de
1815.
Tras
la vuelta del emperador de su exilio en la isla de Elba y, al reunirse la Séptima Coalición contra él,
Napoleón decidió invadir los Países Bajos, lugar de reunión de las tropas de la
nueva alianza. Esta iniciativa se enmarca dentro de los denominados Cien Días, periodo histórico que pone
fin a las Guerras Napoleónicas.
Se
consideran parte de la campaña de Waterloo todos los combates entablados desde
los primeros encuentros entre las tropas francesas con los destacamentos
prusianos del 15 de junio hasta la retirada final del ejército francés el día
18.
El 18 de junio, la mañana de domingo,
nubosa y fría comenzó con un desayuno para todas las tropas, esperando que la
neblina espesa se levantara y el clima mejorara. El campo de batalla era un
barrizal blando de unos diez centímetros. Uno de sus mariscales, aconsejó a
Bonaparte que retrasara el encuentro, pero el emperador no quiso esperar, ya
que para él, “las batallas podían acabar incluso en tan solo treinta minutos”.
En la gran explanada de Waterloo, se iban posicionando las tropas de la
coalición esperando el avance de las tropas de Napoleón que a acordes de música
francesa, iban colocándose para la batalla. Al mediodía la neblina iba
levantando poco a poco, cuando Napoleón apareció montado en su gran caballo
blanco bajo los vítores de sus soldados.
A
las 11.35 h. Napoleón empezó abriendo fuego sobre las tropas de Wellington que
se encontraba en lo alto de una cima del monte de St Jean a unos 8 kilómetros
de explanada. Catorce mil soldados se enfrentaron directamente sobre las tropas
británicas, un número muy superior a la de su enemigo.
A
las 15.30 h. Wellington ordenó el retroceso de 5.000 jinetes de la caballería
británica para poder cambiar su situación estratégica sobre el monte. Una hora
y media después, los británicos volvieron a utilizar la caballería y a las 18
h.el general Ney atacó de nuevo sobre el bando británico mientras que Napoleón
se enfrentaba entonces al prusiano. Un
error que cometieron y que ha sido muy comentado por los estudiosos e
historiadores, fue que al atacar a la
caballería sin apoyo de la infantería sería el detonante del fin de la batalla.
A las 19 h. los prusianos dominan ya la batalla y Napoleón junto a Ney siguen
encabezando las tropas francesas. El cansancio y el dolor van apagando el fuero
francés y cada vez van quedando menos.
Aproximadamente a las
21:00, Wellington y Blücher se encontraron en el que anteriormente había sido
cuartel de Napoleón La Belle Alliance, significando el fin de la batalla. A las
21:30, Wellington empieza a redactar su informe sobre la batalla. Las bajas
fueron graves en los dos bandos, lo que hizo pronunciar a Wellington al final
de la lucha, al ver el campo de batalla plagado de cuerpos inertes: "Al margen de una batalla perdida, no
hay nada más deprimente que una batalla ganada".
La
batalla fue bautizada por el Duque de Wellington. Tras la victoria, al
encontrarse éste y el mariscal von Blücher en lo que había sido el cuartel
general de Napoleón, Blücher sugirió bautizarla con el nombre de dicho
campamento, la Belle Alliance, pero el duque insistió en mantener su propia
tradición: las batallas debían llevar el nombre donde él había pasado la
vigilia, y este lugar era Waterloo. Por otra parte los franceses utilizaron en
un principio el apelativo "batalla de Mont Saint Jean" para referirse
a la batalla. Finalmente el hecho de que Waterloo fuese más pronunciable para
los anglosajones, así como la hegemonía británica de los años posteriores a
Waterloo hizo que ese sea el nombre con el que ha pasado a la posteridad.
Tras
la victoria en Waterloo las tropas aliadas se adentran en Francia en busca de
Napoleón, se restaura la monarquía absolutista y Napoleón se rinde. Será
exiliado el 26 de julio en la isla de Santa Elena, situada en la mitad del
Atlántico, donde morirá seis años después.
y lo que todos habéis estado tatareando durante este tiempo , aquí está. PINCHA EL ENLACE
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