En
homenaje al "autor" del primer libro impreso,vamos a ver la iconografía de San Jerónimo en su faceta de penitente, o de Padre de la Iglesia.
J. Van Eyck |
La
Biblia de Gutenberg, también conocida como la Biblia de 42 líneas o Biblia de
Mazarino, es una edición de la Vulgata (escrita por S. Jerónimo), impresa por
Gutenberg en Maguncia, en el siglo XV. Es el primer libro impreso, fue su mayor
trabajo y tiene el estatus de icono por simbolizar el comienzo de la «Edad de
la Imprenta».
Esta figura histórica sumamente importante para la Historia de la Iglesia, con la repercusión que su imagen ha tenido en las artes plásticas, llegando a convertirse iconográficamente en el personaje más representado después de la Virgen y el Niño. Esta gran figura histórica de los siglos IV y V d.C., y de enorme repercusión en el mundo del arte, lo fue también por su obra escrita, por su labor como traductor, como exegeta, como auténtico polígrafo cristiano. La iconografía que vamos a tratar es a San Jerónimo como secretario papal y exegeta ataviado con vestiduras cardenalicias; la imagen de Padre de la Iglesia latina y uno de los pilares de la Iglesia.
A. de Messina |
Caravaggio |
Durero y Tintoretto
Podríamos decir que el santo ha pasado de ser un anónimo y laborioso monje frente a su escritorio, solamente identificado por la inscripción con su nombre, a ser un letrado eclesiástico cargado de dignidad e identificado por los eruditos, hasta llegar a conocérsele popularmente en su faceta de místico y asceta empeñado en llevar por el buen camino a media Humanidad y convertirse después en el paradigma del abanderado de la ortodoxia católica bien a través de su dedicación al ascetismo o bien en su faceta de doctor máximo de la Iglesia. En el norte prima la imagen de cardenal, la dignidad eclesiástica. En el sur la del hombre que imita la vida de Cristo, y la imagen de penitente
Dalí y El Greco
Ghilardao |
Los atributos son los objetos reales o convencionales que sirven para hacer reconocer a un personaje. Pero no se trata de meros signos de reconocimiento, el atributo habla por sí mismo: una pequeña iglesia en la mano de un santo significa una fundación; una cruz un suplicio; una palma, un premio triunfal al vencedor de la muerte en martirio
Si hacemos un repaso exhaustivo de representaciones de san Jerónimo, nos daremos cuenta que puede faltar cualquier otro atributo, pero el que prima por encima de todo es el Texto Sagrado.
Ropaje cardenalicio, capelo y túnicas y paños púrpura: Su vestidura cardenalicia le identifica y le confiere una dignidad superior a los obispos, aunque representa un anacronismo, ya que el capelo purpura fue introducido en el siglo XIII.
J. Dele Tour y grabado de Alberto Durero
Su afán por emular a Cristo se traslada iconográficamente a la unión del santo con la imagen del Crucificado mientras duró su retiro espiritual, que es el episodio que da lugar a la representación de penitente.
Los paisajes rocosos y la piedra son otros elementos característicos en las escenas de san Jerónimo en el desierto, vendrían a simbolizar, pues, el encierro o aislamiento para meditar sobre las tentaciones y la penitencia. (Pues lo mismo que el guijarro es una especie de piedra durísima, redonda y perfectamente pulida, así la palabra de Dios que no puede ser doblegada por las contradicciones de los herejes ni de todos los adversarios juntos, se llama guijarro. Epistolas).
Otro de los atributos casi siempre presente, especialmente en su representación como penitente, es la calavera como símbolo de la transitoriedad de la vida. Calavera es la palabra hebrea “golghota”; recuerda a la colina del calvario, la palabra latina “calvaria” equivale también a calavera.
El atril, el tintero, el cálamo o pluma, las tijeras, la palmatoria, las lentes, los pergaminos, la sal para fijar la tinta y el reloj de arena, entre otros objetos como la mencionada calavera, muestran al erudito el pasar inexorable del tiempo. Cada uno de estos objetos que acompañan al santo y a otros pensadores y eruditos en su trabajo, no son meras piezas decorativas, sino que están cargadas de simbología.
León, representaría la constante vigilancia frente a los peligros. El león se convierte en uno de los atributos iconográficos identificadores del santo, cuando curiosamente la presencia de este animal junto a él responde a un error y no a una realidad. Una de las curiosidades formales del león que acompaña a san Jerónimo es su semejanza con diferentes razas de perros.
Las sandalias como símbolo de la fuerza que vence a las tentaciones, no constituye este objeto un elemento principal de identificación iconográfica del santo, pero si es característica su representación como la victoria sobre las tentaciones.
Esta es la última representación del santo o algo parecido. |
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