La Film
Symphony Orchestra ofrece un concierto extraordinario en el Teatro Auditorio del
Revellín de Ceuta ante un público entregado tras casi 3 horas de concierto.
Tras su apoteósica presentación en las Ventas, y su actuación el día anterior en Sevilla, el domingo día 26 de Octubre le tocaba a Ceuta disfrutar de unos de los espectáculos musicales del año; un repertorio perfecto con lo mejor de las bandas sonoras del cine, interpretadas por los 70 músicos que acompañaban al Maestro Constantino Martínez-Orts; La Film Symphony Orchestra.
Con el Auditórium lleno, las entradas estaban agotadas desde hace una semana, señal de la excepcionalidad de la cita y el atractivo para los más fieles seguidores del séptimo arte, en especial Star Wars, todos esperábamos comprobar con la FSO la perfecta sonoridad que hace gala el Auditórium del Revellín.
Con la entrada a escena de los 70 músicos y de su director, que optó por cambiar su habitual frac por un largo y negro hábito, La FSO arrancó los primeros aplausos con los compases iniciales del tema principal de Lo que el Viento se Llevó (Max Steiner), obra que abría el concierto.
Con El Último Mohicano (Trevor Jones) y Lawrence de Arabia (Maurice Jarre) se alcanzó un crescendo emocional que hizo las delicias de todos los asistentes; fueron obras recibidas con mucho entusiasmo por un público, que desde el comienzo, mostraría un respeto y un silencio admirables, a la altura de un acontecimiento de esta categoría.
El programa continuaba con un punto algo más romántico, más cálido. Tras las apasionantes obras anteriores, continuaba el espectáculo con la romántica y entrañable Suite de Forrest Gump (Alan Silvestri), los majestuosos vientos de Encuentros en la Tercera Fase (John Williams) y la sorprendente y siempre conmovedora For The Love of a Princess, fragmento de la banda sonora original de Braveheart (James Horner). Los asistentes nos vimos transportados a un mundo de cine, donde simplemente su BSO sirve ya no solo para reconocer a la película sino disfrutar de ella. Todo el auditorio era consciente de que lo bueno aún estaba por llegar, y lo que habían disfrutado hasta ese instante era inefable.
Como final de la primera parte, la FSO elegiría tres obras que levantarían al público de sus butacas y mostrarían a un director vivir la música con una pasión indescriptible; emoción que no sólo infundía a sus propios músicos. El apresurado y enérgico tema principal de Batman (Danny Elfman) era la antesala de una de las maravillas que todos los allegados estaban deseando presenciar, la Suite de la primera parte de la oscarizada trilogía de Peter Jackson, El Señor de los Anillos (Howard Shore).
Ben-Hur
(Miklós Rózsa) sería la obra que abriría la segunda parte del concierto
tras unos minutos de descanso, y marcaría el carácter general de este segundo
viaje, a excepción de Harry Potter y la Piedra Filosofal (John Williams),
Como ya anunciaba el propio director en una reciente entrevista para el diario La
Razón, “Parte de la música que interpretamos se basa en la demanda del público”
y así, la FSO sorprendió a los asistentes con algo nuevo, el tema de
cabecera de la exitosa serie televisiva Juego de Tronos (Ramin Djawadi), lo
que llevaría minutos después al culmen y quizá, la obra más esperada por todos.
La Guerra de las Galaxias: Una Nueva Esperanza (John
Williams) cerraría el programa de la FSO,
cumpliéndose dos horas de concierto. Los asistentes, en pie, aplaudieron sin descanso a
la Film Symphony Orchestra que obligó al director a regresar a escena
hasta cuatro veces y regalar al agradecido público sevillano cuatro bises..Como
obra inesperada y divertida, Los Simpsons (Danny Elfman) donde el
público, a petición del director Constantino, fue partícipe del tema,
además de algunos músicos que hicieron bailar sus instrumentos, puede que sea
el prólogo de su próximo espectáculo dedicado a las Bandas Sonoras de series de
TV, pues como dijo su director es en el octavo arte donde últimamente se
encuentra la mayor creatividad.
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