Allá por los años 70 en los
Jardines de la Argentina en Ceuta se instaló una pizzería en un carromato, que
como cabía de espera se llamó “El
Carromato”, no sé si por la memoria selectiva, por ser una de las primeras pizzería
que se montó en Ceuta, o porque si, el caso, es que todos los que en su tiempo las probamos
todavía nos acordamos de ellas y de haber comido las mejores pizzas, la pizzería San. Marcos de Sevilla quizás pueda
decir algo al respecto. En aquella época no había emprendedores, ni viveros de
empresa, etc.
Con el tiempo los carromatos de comidas, fueron típicos de Ceuta, antes que se llamaran "food trucks" y viniera la moda de New York. Me acuerdo que uno había en la cuesta del Morro, otro sigue existiendo al lado del parque de San Amaro o en el Ángulo(a la salida de la Mazmorra), los camperos (súper o mini) de pinchitos de pollo o de corazones, los de vegetales, las hamburguesas hechas de carne etc.; eran, y son, una solución buena y barata para quitarnos el hambre que da la bebida…
Rastreando por Internet encuentro lo siguiente “El nacimiento del exquisito bocadillo de corazones de pollo típico ceutí y de gran aceptación en el mundo campero. Según cuenta la leyenda, todo empezó como una broma. Dicen que el propietario de un antiguo bar de tapas, La Farola, hoy ya desaparecido, quiso gastar una inocentada a sus clientes más fieles y les preparó un nuevo y malintencionado montadito. Pero el tiro le salió por la culata. Los parroquianos encontraron deliciosa aquella extraña tapa aliñada con especias morunas y quisieron conocer la receta: corazones de pollo. El mismo reparo que aún hoy sufren los foráneos al toparse con este bocadillo debieron sentir aquellos ceutíes que hace cuarenta años probaron este popular plato por primera vez. Aun así, y pese al estupor de estar masticando el corazón de un ave, los parroquianos admitieron que aquello estaba realmente sabroso. Había nacido una receta, que, aunque no sea precisamente alta cocina, ha logrado en muy poco tiempo convertirse en una referencia gastronómica ceutí de primer orden y casi un souvenir para quienes conocen por primera vez a Ceuta”.
La historia del chef que abandona los fogones de un restaurante gastronómico de Los Ángeles para montar un camión de sandwiches junto su hijo, (Chef), que proyectaremos próximamente la Asocición Beber de Cine, de la mano de Jean Favreau, no es nada descabellada: la realidad demuestra que esta fórmula gana adeptos, también en Europa. Los "food trucks" son una auténtica institución en Estados Unidos, donde protagonizan festivales gastronómicos avalados por "foodies" que sirven de escaparate a muchos jóvenes cocineros de todo el mundo para mostrar sus especialidades. También son muy populares en Canadá, Australia o México.
Una clara característica de los "food trucks" americanos es la posibilidad de estacionar por distintos periodos de tiempo en varios puntos y cocinar realmente sobre ruedas, algo que está prohibido en el conjunto de España. Por eso, cada vez son más las plataformas que reivindican esta posibilidad, desde grupos en redes sociales hasta festivales alternativos que ponen en valor las ventajas de este formato de restaurante
En España la movilidad del food truck queda reducida a festivales y eventos. “ No se trata de cambiar la ley sino de ampliarla, establecer zonas donde poder trabajar, independientes o comunes”, comenta Antonio Larrea, CEO de The Food Trucks Club. Rodar en un "food truck" no es fácil en España porque la ley limita estos camiones de comida callejera a ferias o eventos privados. Sin embargo, aterrizan tímidamente de la mano de jóvenes emprendedores que lo han dejado todo para cocinar sobre ruedas o de conocidos chefs que los integran en sus negocios
FESTIVAL FOOD TRUCKS |
LOS PIONEROS...
y el futuro
Muy interesante. Una pena no ver más foodttrucks en nuestra ciudad.
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