Los expertos alertan de que el peso de
5,5 toneladas que tiene la estatua de Miguel Ángel le ha causado grietas en el
tobillo izquierdo
El David,
de Miguel Ángel es una de las obras más famosas de la historia
del arte, presenta pequeñas fracturas en la parte inferior de sus piernas. La
causa es su propia inclinación que podría poner en peligro la integridad de la
propia escultura, obra clave del Renacimiento italiano. Está situada en la
Galería de la Academia de Florencia, y fue hecha entre 1501 y 1504.
Miguel Ángel ha pasado a
la historia como el maestro de la proporción, el artista que cinceló como nadie
el cuerpo humano y lo elevó a una cima inalcanzable. Pero el tiempo es cruel y
siempre hay alguien que, con los años, encuentra el flanco débil de los genios
y amenaza con bajarles del pedestal.
Un estudio de la
Universidad de Florencia y el Consejo Nacional de Investigación de Italia, publicado
por la revista Journal Cultural Heritage que ha sido recogido por los medios
italianos, ha dictaminado que Miguel Ángel calculó mal las medidas de los
tobillos de 'David', su célebre escultura. Hecha en mármol, con 4,10 metros de
altura, 5,5 toneladas de peso y un 5% de inclinación, el apoyo de la figura es
demasiado débil para sostener esta pieza.
Hace ya años avisaron del
peligro y ahora lo han vuelto a examinar con unas conclusiones alarmantes. Las
microfacturas del mármol en el tobillo y en el tronco esculpido en el que se
apoya una de las piernas «amenazan la estabilidad de la escultura».
La gravedad no perdona, ni
tampoco los movimientos sísmicos. Florencia tiene un registro de 127 terremotos
menores, ninguno de los cuales ha llegado al nivel 5 de la escala Richter. Nada
por lo que llevarse las manos a la cabeza, pero todo ayuda. Así que algunos
expertos han propuesto habilitar una sala subterránea para exponerlo allí, y
otros han ido más allá al sugerir que debería sacar de la ciudad para que no
soporte las reverberaciones del tráfico. Permaneció en la plaza della Signoria
desde 1502 hasta 1873. Le habían salido manchas y su superficie se había vuelto
rugosa. El podio sobre el que la colocaron también produjo algunas
microfisuras, que se han ido restaurando a medida en que se detectaban.
Desde el punto de vista de
la conservación, Miguel Ángel tampoco acertó en la elección del material -un
mármol de Carrara, sí, pero demasiado pobre- ni en la postura, quizá elegante
pero con el peso mal distribuido. Sólo hay que ponerse en el lugar de David
para intuir que la pose, a la larga, tiene que doler.
El paso del tiempo
La investigación se ha
hecho a partir de unas reproducciones de diez centímetros a las que se ha
sometido al impacto de la fuerza centrífuga para calcular las consecuencias en
el tiempo dado su peso, altura y estado de conservación. La predicción más alarmista
estima que la inclinación de la escultura podría llegar al 15% si continúa en
las actuales circunstancias.
No obstante, el estudio
señala que la escultura, dado "su inestimable valor", ha sido
sometida a frecuentes análisis a lo largo de los años y que ya a mitad del
siglo XIX fueron notificadas dichas fisuras. A pesar de que estas minúsculas
grietas están presentes en la parte superior de ambas piernas y en el torso,
solo son perceptibles a simple vista en el tobillo izquierdo y en el lateral
derecho del tronco.
Uno de los investigadores,
Giacomo Corti, explicó, en declaraciones recogidas por La
Repubblica, que dicha
inclinación estaría causada por la escasa uniformidad del podio sobre el que se
ubicó a la escultura entre 1504 y 1873, periodo en el que permaneció al aire
libre frente al Palazzo Vecchio de Florencia. En los últimos años ha sido
objeto de múltiples limpiezas y análisis, además de objeto de disputa, por su
propiedad, entre el ayuntamiento de Florencia y el Estado italiano.
La escultura de David retrata al héroe bíblico en el momento
en que se prepara a enfrentarse a Goliat y fue realizada en mármol blanco con
4,10 metros de altura por Miguel Ángel, por encargo de la Opera del Duomo de la
Catedral de Santa María del Fiore de Florencia.
El David, lo hace Miguel Ángel cuando vuelve a
Florencia, entre 1501 y 1504. Él mismo lo cuenta en su diario: “Cuando volví,
me encontré con que era famoso. El consejo de la ciudad me pidió que sacara un
David colosal de un bloque de mármol, ¡dañado!, de casi seis metros”. El
artista relata cómo se encerró durante tres años a trabajar en la obra, así
como su pelea para que la estatua fuera colocada justo ante el Palazzo Vecchio,
“como un símbolo de nuestra república”. Le hicieron caso, aunque se necesitaran
40 hombres y cinco días de trabajo para moverlo hasta allí. Desde 1910, sin
embargo, el David que se alza en la plaza de la Señoría
solo es una copia. El original se halla en la Galería de la Academia de
Florencia y, sobra decirlo, es una de las esculturas más famosas del mundo.
Dicen los historiadores que también fue un mensaje de Miguel Angel a los
ciudadanos de Florencia, para que cada uno de ellos fuera consciente de su
responsabilidad y su importancia.
bello
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