El pintor catalán Augusto Ferrer-Dalmau Nieto (Barcelona, 1964), afincado en Valladolid es un artista que ha puesto de moda con gran maestría y realismo la recreación de batallas y escenas militares.
Inspirado en la obra de Antonio López, se centró en los
ambientes urbanos y captó en sus lienzos los rincones de su Barcelona natal. Expuso en galerías de arte, y cosechó
éxitos y buenas críticas. La obra
de esta época está recogida en un monográfico del autor y en distintos libros generales de Arte Contemporáneo. A finales de
los años 90s decidió
especializarse en la temática histórico-militar y comenzó a producir lienzos
donde el paisaje se mezcla con elementos militares como soldados y caballería.
Instalado en Madrid desde 2010, ha colaborado con diferentes
editoriales, asociaciones, instituciones, y entidades especializadas en la
difusión de la historia militar en España. Se
han publicado distintos libros monográficos sobre su pintura. Hombre
comprometido con la cultura y el arte,,
lanzó recientemente una nueva revista, FD
Magazine, en la que aborda la Historia de España y de sus
gentes desde una perspectiva artística y social.
José Bonaparte en Cádiz |
La pintura de Ferrer-Dalmau no es de elaboración sencilla. Es
necesario disponer de una sólida técnica, bien aprendida y repleta de recursos
para poder llegar a interesar a unos seguidores de una pintura simplemente realista -sector más amplio que otros pero también reducido- que en su ámbito es muy exigente y pide una perfección que no todos los pintores pueden ofrecer. Ferre-Dalmau sabe hacerlo y consigue siempre los efectos que se propone.
La obra de Ferrer-Dalmau se centra en dos temáticas principales: el
paisaje y el ejército. La temática militar, centrada esencialmente en el s.XIX
y comienzos del XX, va indisolublemente unida al caballo. Quizás ahí radica la
fuerza de la pintura de Augusto Ferrer-Dalmau, una pintura que oscila desde el
movimiento y la fuerza de una carga de la caballería, hasta el sosiego y la paz
de unos exploradores en la cima de una colina.
Las obras en general están muy bien ambientadas y cargadas de
sentimiento; su realismo es increíble y se nota que es muy perfeccionista,
consiguiendo detalles que impresionan por su minuciosidad. Especialmente en las
escenas más cargadas y llenas de movimiento, como son las cargas de caballería.
Sin duda la mayor parte de la obra de temática militar de Augusto Ferrer esté centrada en el ejército español, le ha valido que su obra puede contemplarse en el Museo de la Guardia Real, Museos de los regimientos Farnesio, Lusitania, Numancia, Montesa, Alcántara, Asturias… y por supuesto el Museo Histórico Militar.
De él y su obra dice lo siguiente
el escritor y académico Arturo Pérez Reverte:
“Nadie, que yo conozca, pinta en
España como Augusto Ferrer-Dalmau. Con tanta honradez y con tan admirable
ausencia de complejos a la hora de recuperar las imágenes de nuestro largo
pasado militar. Lo que en otros países es natural, pintores de batallas que
fijan en sus lienzos la historia y la memoria de sus respectivas naciones, aquí
resulta doblemente asombroso: por lo insólito del empeño y por la espléndida
belleza del resultado. Eso convierte a Ferrer-Dalmau y su obra singular,
extraordinaria, en algo especialmente raro. Y, como tal, precioso. Sus cuadros
son escenas, retratos, claves necesarias para ilustrar nuestro pasado. Para
recordar y reflexionar. Para comprender mejor, así, nuestras miserias, nuestras
tragedias y nuestra grandeza”.
LAMINAS DE FERRER DALMAU
Preparando su último trabajo en Afganistan. |
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