Un hombre con uniforme de policía ha disparado este viernes contra dos periodistas extranjeras en la provincia de Khost, al este de Afganistán. ANJA NIEDRINGHAUS, de 48 años, una fotógrafa alemana de renombre internacional, ha muerto en el acto.
Anja Niedringhaus se enfrentó varios de los mayores peligros del
mundo y tenía una de las risas más estridentes y contagiosas. Fotografiaba
escenas de muerte pero acogía a la humanidad y la vida. Se entregó a los temas
frente a su lente y ofreció su talento al mundo con imágenes de las víctimas
involuntarias de la guerra en Afganistán, Irak, Bosnia y otros países.
Muerta a tiros el viernes a manos de un policía
afgano, Niedringhaus deja una enorme cantidad de imágenes —desde campos de
batalla hasta canchas deportivas— que le significaron premios y rompieron
corazones. Apuntó su cámara a niños que pese a quedar atrapados entre el fuego
cruzado seguían buscando un lugar para jugar. Tomaba fotos de soldados mientras
enfrentaban la muerte, lesiones y ataques.
Niedringhaus, de 48 años, inició su carrera como fotógrafa independiente para un periódico local en su natal Hoexter, Alemania, a los 16 años. Su cobertura de la caída del Muro de Berlín la llevó a conseguir una plaza en la agencia fotográfica European Press en 1990. Con sede en Fráncfort, Sarajevo y Moscú, pasó gran parte de su tiempo cubriendo el brutal conflicto en la antigua Yugoslavia.
Se incorporó a The Associated Press en 2002 y mientras estaba en Ginebra, Suiza, trabajó a en el Medio Oriente así como en Afganistán y Pakistán. Formó parte del equipo de la AP que ganó el Premio Pulitzer en 2005 por fotografía de noticias de última hora en la cobertura de acontecimientos en Irak, entre muchos premios periodísticos y condecoraciones por su trabajo. La fotografía deportiva fue su otra gran pasión. Además de servirle para alejarse momentáneamente de las miserias de la guerra.
"Lo que el mundo sabe sobre Irak en gran parte lo sabe por sus fotografías y por las imágenes de los fotógrafos que ella formó", dijo el fotógrafo de la AP David Guttenfelder. "Sé que ellos siempre se preguntan qué haría Anja cuando salen con sus cámaras. Pienso que todos lo hacemos".
Durante una exposición de su obra en Berlín en 2011, Niedringhaus dijo: "A veces me siento mal porque en cualquier momento puedo alejarme del conflicto y regresar a casa con mi familia, donde no hay guerra".
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