Rubin Carter, el boxeador más conocido como Huracán Carter, ha
muerto este domingo en la ciudad canadiense de Toronto a los 76 años, a causa
de su lucha contra un cáncer de próstata la última de una vida llena de
lucha y sacrificio ante la adversidad y la injusticia tras pasar casi 20 años
entre rejas por un triple asesinato que nunca cometió y por el que fue
condenado erróneamente en 1966. Nacido en Nueva Jersey, pasó a la fama, más
por su carrera como boxeador, por su condena por asesinato que le encarceló
durante 20 años antes de quedar en libertad tras serle retirados los cargos.
Rubín Carter
era uno de los púgiles más prometedores del mundo del boxeo cuando fue
detenido, con apenas 29 años, y acusado por un crimen con tres fallecidos en el
Bar Lafayette de su localidad natal. El juez le condenó a prisión y allí estuvo
19 años, mientras su pelea contra aquella injusta condena se hacía tan famosa
que llenaba las librerías de éxitos.
El caso de Huracán Carter
fue considerado como racista, ya que las
víctimas del tiroteo por el que el boxeador fue condenado dos veces eras
blancas. El Carter se veía como una víctima por su posicionamiento a favor de
los derechos civiles y contra la brutalidad policial.
La condena de Carter acabó
con su carrera en el ring. Pese a que nunca fue campeón, destacó por su
ferocidad y la fuerza de sus golpes.
Bob Dylan le escribió una
canción inmortal (aquella que martilleaba con el famoso estribillo «Here comes
the story of the Hurricane...») y hasta Hollywood produjo una película en 1999 que le
otorgó a su protagonista, Denzel Washington, un Globo de Oro y la
candidatura al Oscar.
Huracán Carter vivía en la ciudad canadiense de Toronto, donde
combatía desde hace años un cáncer de próstata y donde había fundado una oenegé
para los presos condenados de forma injusta.
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