«Ocho apellidos vascos» es la película del año en España. Un éxito fulgurante que no deja de crecer gracias al boca a boca. Con más de 16 millones de euros recaudados, ya hay luz verde para una secuela que podría ambientarse en Cataluña.
Carlos Boyero: "'Ocho apellidos vascos' tiene el enorme valor de conectar con la gente y con públicos muy variados"
RAFA Y AMAYA EN EL DIVÁN
La película narra la historia de Rafa, un joven sevillano que se enamora de una chica vasca y la sigue hasta su pueblo. En ese punto reaparece el padre de ella. Rafa debe hacerse pasar por vasco para no despertar la ira del arquetípico votante del PNV que exige pedigrí de la tierra a su futuro yerno (de ahí el título de la cinta). Un engaño que da pie a infinidad de situaciones cómicas que juegan con los clichés de unos y otros, vascos y andaluces.
LOS PERSONAJES SE CONFIESAN
La comedia de Mediaset estrenada la pasada semana por Universal se ha convertido en todo un fenómeno que ya toca empezar a comparar con algo similar a la francesa Bienvenidos al norte “a la española”. La película aumenta en su segundo fin de semana un inusual 51% hasta los 4,29 millones de €.. El total de este dato es de ahora 8,8 millones de € en solo 10 días y las estimaciones finales toca dejarlas de lado ya que el comportamiento se sale de lo normal. Por lo general la carrera de una película suele ir en decrecimiento de sus ingresos, especialmente en el cine con gran presencia en salas y grandes ingresos. Las excepciones de títulos con boca-oreja y éxito – caso de Intocable hace dos años – permite ver aumentos, o descensos muy leves.
En el caso de Ocho apellidos vascos. Puede ser el inicio de una carrera fructífera – está la Semana Santa en tres semanas y es de esperar que llegue con aún cuerda – toca pensar que Ocho apellidos vascos no está lejos de ambicionar no solo más de 20 millones sino de llegar a los 25 millones
La verdad es que la peli es muy divertida. Con decirte que germán no tuvo mono de fumar en toda la película, eso sí, gastó un montón de clinex entre risas y lágrimas.
ResponderEliminarEl único problema que tiene es que muchas personas se pierden buenos momentos por no entender el significado de algunas palabras. La escena en el bar abertzale sobre Kortatu,los que estaban junto a nosotros se miraban y no entendían nada y lo mismo con ikastolas y otras. Es una pena.
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