"El Protectorado combina a la perfección cierto exotismo libresco y una
realidad algo mugrienta que me atrae mucho”.
La buena reputación es una novela sobre la herencia que
recibimos del pasado y sobre el sentimiento de pertenencia, la necesidad de
encontrar nuestro lugar en el mundo. Autor imprescindible de las letras españolas,
Ignacio
Martínez de Pisón logra en estas páginas un retrato nítido
y veraz de la vida cotidiana y el devenir de una familia
La promoción habla de “la gran
novela de Ignacio Martínez de Pisón” cuando se refiere a La buena
reputación, que ha llegado recientemente a las librerías. Sus
640 páginas recorren 30 años de un rincón de nuestra geografía muy particular,
y especialmente de actualidad en los últimos meses: Melilla. Como el propio
autor ha destacado, podemos abordar esta gran novela como la suma de cinco nouvelles,
protagonizadas por otros tantos componentes de una misma familia.
La novela es en realidad una suma de cinco novelas breves, más o menos de
la misma extensión, que cuentan la historia de diferentes miembros de una familia:
el cabeza de familia, su mujer, una de las dos hijas de ambos, los dos hijos de
ésta... En cuanto terminé la parte correspondiente a Samuel, el cabeza de
familia, las piezas se fueron ordenando por sí mismas y vi con bastante
claridad lo que quería contar de unos y otros y la extensión que les iba a
dedicar. Las novelas sobre familias siempre tienden a crecer y crecer. Una vez
que te has metido en la vida de los miembros de una familia, ves que son muchas
las cosas que puedes contar sobre ellos. Todas las familias tienen su novela, y
siempre es una novela larga.
Samuel y Mercedes forman la primera generación
protagonista de La buena reputación, una pareja
que contempla con preocupación el futuro de sus dos hijas ante la inminente
descolonización de Marruecos y el regreso de los españoles del Protectorado a
la Península. Estamos en Melilla, son los años cincuenta y, en ese contexto de
cambio e incertidumbre, el matrimonio decide viajar a Málaga para establecerse
en una España que comienza a abrirse lentamente a la modernidad. De la mano de
cinco miembros de una misma familia, esta saga recorre treinta años de nuestra
historia y transita por ciudades como Melilla, Tetuán, Málaga, Zaragoza o
Barcelona. Los deseos e ilusiones de Samuel y Mercedes, de sus hijas y de sus
nietos se verán condicionados por secretos inconfesables en una vida que
transcurre fugaz e inesperada.
9 MESES DE CONDENA.
Es la cuarta película francesa más vista del año pasado.
Escrita, dirigida e interpretada por Albert Dupontel se
estrena el 11 de abril en España, tras obtener el premio de mejor guion
y mejor actriz (Sandrine Kiberlain) en los últimos premios César.
Sandrine Kiberlain, 46 años, compone
con maestría el papel de rata de juzgado. En febrero obtuvo el César a
la mejor actriz (el segundo de su carrera tras el de mejor
actriz revelación en 1996), superando a Léa Seydoux, favorita por La vida de
Adele.
Concretamente, la trama se inicia con los sucesos de una nochevieja en la
que la aludida magistrada se enrolla con un delincuente en la calle, después de
emborracharse en la fiesta de rigor. Luego damos un salto en el tiempo de seis
meses y descubrimos que está embarazada, estado que le cuesta poco rastrear a
esa noche fatídica. Atributo justificado porque ella vive orgullosamente sin
familia y en solitario, inmersa en sus expedientes y sus sentencias, por lo que
la noticia le trastorna por completo sus planes de carrera y bienestar…
Impedimento que será acentuado por la entrada en escena del supuesto padre, un
tal Bob Nolan, acusado ahora de un crimen tan horrendo como inverosímil, que se
refugiará en el apartamento de la jueza para pedirle resguardo humanitario y
ayuda legal. Sin desvelar más acontecimientos, cabe añadir que este hecho
supondrá un evidente conflicto de intereses para la protagonista, debatiéndose
entre su futuro profesional y el maternal, encaminando sus peripecias hacia un
desenlace que pueda unir estos dos frentes abiertos de la narrativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario